Según un nuevo informe, la Unión Europea sigue centrando sus esfuerzos en la extinción de incendios, una estrategia que por sí sola no basta para abordar el creciente problema del fuego. Invertir en nuevas políticas enfocadas en la prevención, la gestión del territorio y la educación puede ser clave para enfrentarlo de forma más eficaz.
Un nuevo estudio internacional demuestra que, cuando el agua se queda estancada por periodos largos, los metales de las cañerías estimulan la proliferación de bacterias y el desarrollo de resistencia a los antibióticos.