Una investigación revela que un cráneo encontrado en 1942 y que durante décadas se utilizó para investigar cómo fue el Tyrannosaurus rex de adolescente pertenece en realidad a una especie completamente distinta. El análisis se ha podido hacer gracias a una nueva estrategia para determinar la madurez de los restos de huesos.
Un nuevo estudio internacional con participación española vuelve a poner bajo el microscopio a una de las partículas más escurridizas del cosmos. Aunque durante años se ha planteado la posibilidad de un cuarto tipo de neutrino capaz de explicar ciertas anomalías, los últimos resultados reducen aún más el margen para su existencia.