Un estudio reciente revela que estos diminutos habitantes de Fiyi enfrentan una caída dramática que refleja una crisis más amplia dentro del mundo de los insectos. Los expertos destacan que estas pérdidas coinciden con la colonización del archipiélago, poniendo en riesgo procesos ecológicos esenciales como la polinización y la fertilidad del suelo.
Investigadores españoles han desarrollado una molécula capaz de aumentar la tolerancia de tomates, trigo y vidal al calentamiento global sin necesidad de modificar genéticamente las plantas. El compuesto imita la acción de la hormona vegetal que regula la respuesta al déficit hídrico y ha sido patentado en colaboración con la empresa gallega GalChimia.