Un simple análisis de sangre, realizado en el primer trimestre del embarazo, podría identificar con precisión a las mujeres en peligro de desarrollar esta enfermedad cinco meses antes del diagnóstico clínico. Los investigadores están validando la viabilidad de su tecnología en la atención prenatal y creen que podría estar disponible el año que viene.
Un ensayo clínico liderado por la Universidad de Granada analizó tres tipos de restricción horaria de la ingesta. Los resultados revelan que los participantes mantuvieron una buena calidad de vida, independientemente del horario de ayuno elegido.