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La fiebre puede ser un factor de riesgo cardiovascular

Investigaciones realizadas en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han puesto de manifiesto que cambios en la temperatura corporal pueden favorecer el despegue de las placas de ateroma de las paredes de las arterias y que incorporadas al torrente sanguíneo pueden provocar trombosis e infartos.

Ensayo de inflado in-vitro de arteria aorta humana y medida simultánea de su diámetro. Fuente: UPM

Diversos estudios clínicos sugieren la existencia de una relación entre los infartos de miocardio y algunas infecciones del sistema respiratorio, así como una cierta prevención de dichos infartos mediante la vacunación contra la gripe. El mecanismo mediante el cual las infecciones, ya sean víricas o bacterianas, favorecen la rotura o erosión de las placas de ateroma responsables de los infartos no está nada claro. La fiebre es el síntoma más habitual en la mayoría de dichas infecciones y estudios previos realizados en el Departamento de Ciencia de Materiales de la Universidad Politécnica de Madrid, junto con la Clínica Puerta de Hierro de Madrid, habían mostrado una clara influencia de la temperatura en las propiedades mecánicas de las arterias.

Esto llevó a investigadores de dicho departamento de la UPM a realizar una investigación(*), en colaboración con el Hospital Clínico San Carlos, consistente en estudiar en el laboratorio las propiedades térmicas y mecánicas de arterias con distintos grados de aterosclerosis (placas de lípidos adheridas al interior de la pared arterial).

Para ello se sometió a las arterias a unas condiciones que simulan a las fisiológicas: totalmente sumergidas en suero salino e inflándolas a diferentes presiones a la vez que se miden las variaciones de diámetro. La posibilidad de repetir estos ensayos a diferentes temperaturas, desde los 17ºC, que corresponden a ciertas intervenciones quirúrgicas realizadas en hipotermia, hasta los 42ºC, permitió la obtención no sólo de las propiedades mecánicas, como la rigidez, la resistencia…, sino también de la influencia de la temperatura en las mismas y del coeficiente de dilatación térmica, es decir cuánto cambian las dimensiones del material al variar la temperatura.

Los resultados obtenidos mostraron una clara diferencia de los coeficientes de dilatación térmica, que es el doble en las placas de ateroma respecto al de la pared arterial a la que están adheridas.

Cuando dos materiales que están adheridos tienen diferentes coeficientes de dilatación, cualquier variación de la temperatura provoca tensiones en la superficie de unión, puesto que uno de ellos, en este caso la placa, tiende a dilatarse más (concretamente el doble) que la pared arterial. Mediante un modelo matemático publicado recientemente se ha estimado el valor de dichas tensiones en la interfase en función de la variación de la temperatura. Para un incremento de temperatura de 2ºC, correspondiente a una fiebre de 39ºC, dichas tensiones resultan suficientemente elevadas como para ser tenidas en cuenta en el estudio de la rotura y despegue de las placas de ateroma(*) y por tanto, debe tenerse en cuenta a la hipertermia como un factor que contribuye al síndrome coronario agudo.

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(*) International Journal Of Cardiology 132 (3): 444-446 Mar 2009. “Effect of atherosclerosis on thermo-mechanical properties of arterial wall and its repercussion on plaque instability”. Guinea, GV; Atienza, JM; Fantidis, P; Rojo, FJ; Ortega, A; Torres, M; González, P; Elices, ML; Hayashi, K; Elices, M.

Fuente: Universidad Politécnica de Madrid
Derechos: Creative Commons
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