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Más de dos millones de personas en España sufren baja visión y sólo el 5 % de ellas están atendidas correctamente

En Cataluña hay más de 29.000 personas con discapacidad visual, 20.000 de las cuales no reciben la atención adecuada.

Centre Universitari de la Visió de la Universitat Politècnica de Catalunya
Centre Universitari de la Visió de la Universitat Politècnica de Catalunya.

La baja visión es un problema sanitario que afecta a más personas de las que sufren ceguera. En España padecen baja visión más de dos millones de personas, y sólo el 5 % de las cuales están atendidas correctamente. La cifra llega a los 20 millones en la Unión Europea y en el mundo son más de 45 millones, según la Organización Mundial de la Salud. En España, una de cada seis personas mayores de 65 años sufre pérdida irreversible de visión y el porcentaje aumenta a medida que aumenta la edad. En Cataluña, estos pacientes no pueden acceder a las prestaciones de las administraciones ni de la ONCE para discapacidades.

Tropezarse con regularidad, ser incapaz de leer los carteles de la calle, tener dificultad para distinguir y escoger los colores de la ropa, no ver bien de cerca al cocinar, leer con dificultad o no poder leer ni poder arreglar las cosas de la casa, no reconocer las caras de personas conocidas o, incluso, creer que la luz artificial es más tenue que antes, son indicios que alertan a quienes los experimentan que pueden padecer baja visión.

Si una persona no ve con suficiente calidad como para manejarse con independencia en su vida cotidiana, sufre baja visión.

El gran problema de las personas que padecen baja visión es que no pueden corregir el defecto que la provoca con gafas comunes, lentes de contacto, medicación o cirugía, lo que impacta directamente en su calidad de vida, en su cotidianidad, porque ni tan siquiera pueden realizar los trabajos más comunes. A la mayoría de las personas afectadas por la baja visión les queda una punta de visión que puede ser aprovechada y potenciada de manera que, en muchos casos, pueden recuperar la independencia y autonomía.

Causas y síntomas de la baja visión
Las causas de la baja visión suelen ser cataratas, cicatrices en la córnea, retinopatía diabética, alguna enfermedad de la mácula del ojo, glaucoma o problemas con el nervio óptico. Los síntomas se presentan en forma de visión borrosa generalizada, pérdida de la visión central, pérdida de la visión periférica o pérdida de una parte completa del campo visual.

Dificultades para obtener la asistencia adecuada
Las personas que sufren baja visión, además de no contar con algún tipo de terapia o solución médica que les devuelva una calidad visual adecuada, tienen dificultades para acceder a las prestaciones de que disponen otros colectivos con discapacidades. No se considera que sean ciegas y, por lo tanto, tampoco pueden disfrutar de los beneficios que ofrece la ONCE.

Según los datos del Departamento de Acción Social y Ciudadanía de la Generalitat de Cataluña, hay 29.268 personas con discapacidad visual censadas en Cataluña, que representan el 7,75 % del total de discapacitados de la población catalana. De esta cifra, en Cataluña, la ONCE ofrece cobertura al 32 % (unas 9.000 aproximadamente). La cobertura asistencial de la ONCE es la de referencia para el tratamiento de las diferentes formas de discapacidad visual, e incluye servicios de oftalmología, optometría, psicología y rehabilitación visual.

La OMS define el término discapacidad como la restricción o ausencia de la capacidad de realizar alguna actividad dentro del margen que se considera normal. Del mismo modo, la OMS define el término deficiencia como la pérdida o anomalía de una estructura o función anatómica, fisiológica o psicológica permanentes o temporales. A partir de aquí, la ONCE establece una directriz de los niveles de agudeza visual (AV) para establecer los grados de discapacidad visual que dan acceso a sus prestaciones.

Para que una persona tenga acceso a la cobertura de prestaciones de la ONCE, ha de cumplir, como mínimo, el grado de ceguera legal, es decir, debe tener un nivel AV de 0,1. El nivel de agudeza visual de las personas que sufren baja visión es de 0,3, justo en la frontera del grado legal de ceguera a partir del cual se puede disfrutar de las prestaciones de la ONCE.

Sistemas alternativos de asistencia
Los pacientes que sufren baja visión quedan fuera de la red asistencial especial en Cataluña y de las coberturas de la ONCE, pero tienen varias alternativas: la contratación de atención privada en centros y con profesionales especializados o la asistencia en el Centro Universitario de la Visión (CUV) de la Universitat Politècnica de Catalunya, que ofrece atención clínica en diferentes áreas, como la baja visión, entre otras. En este sentido, el CUV ha firmado más de una veintena de convenios con las áreas de asistencia social de más de veinte ayuntamientos catalanes, que envían a este centro a los pacientes que no tienen recursos.

Defectos, limitaciones y patologías de la visión
Entre las patologías oculares más predominantes en España que causan discapacidad visual destacan, entre otras, las maculopatías (25,15 %), la miopía magna (15,58 %), las patologías del nervio óptico (10,30 %) y la retinopatía diabética (10,25 %).

La agudeza visual y el campo visual son dos parámetros que marcan el tipo de deficiencia visual, la limitación y la discapacidad consecuente. La pérdida de agudeza visual (no corregible a través de medios ópticos convencionales) superior al 50 % puede impedir a la persona afectada la conducción legal de un automóvil, aunque podría pasear correctamente.

Día Munidal de la Visión
La Cátedra UNESCO de Salud Visual y Desarrollo de la UPC ha movilizado a más de 20 instituciones y ha coordinado 25 actividades en siete ciudades españolas y catalanas para celebrar el Día Mundial de la Visión el 9 de octubre, dedicado a la visión en la tercera edad.

Estas actividades se orientan a concienciar a la población sobre el derecho a la visión y los problemas visuales que sufren millones de personas en el mundo, así como sobre la importancia que tienen las revisiones oculares periódicas para prevenir la ceguera que es evitable. Todo esto se enmarca dentro del programa Visión 2020, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB).

Más información sobre el Dia Mundial de la Visión en la Sala de Prensa de la UPC

Fuente: UPC
Derechos: Creative Commons
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