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Un compuesto presente en la leche materna, llamado factor de crecimiento fibroblástico 21 (FGF21), desempeña un papel clave en la absorción de nutrientes y la regulación de la función intestinal de los recién nacidos. Asimismo, contribuye a mejorar su crecimiento durante las primeras semanas de vida, así como su perfil metabólico, según un estudio publicado en la revista Scientific Reports.
Un estudio sobre la hormona FGF21 presente en la leche concluye que el también denominado factor de crecimiento fibroblástico 21 tiene un papel clave en la absorción de nutrientes y la regulación de la función intestinal de los recién nacidos.
Los resultados del proyecto se han publicado en la revista Scientific Reports por un equipo científico liderado por el catedrático Francesc Villarroya, del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Barcelona (UB), en colaboración con el Centro de Investigación Biomédica en Red de Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn, dependiente del Instituto de Salud Carlos III) y con el Instituto Danone.
La FGF21 es una hormona producida por el hígado que está presente en el cuerpo humano de forma natural; aunque en algunas personas es más activa que en otras. Hasta ahora se conocía su acción favorable sobre el metabolismo de las grasas y la absorción del azúcar; por lo que se le atribuían propiedades antidiabéticas y antiobesidad.
La investigación liderada por Villarroya, que también es director del Instituto de Biomedicina de la UB (IBUB), ha demostrado que, al pasar al recién nacido a través de la leche materna, la hormona FGF21 actúa sobre el intestino, donde estimula la producción de enzimas que favorecen la absorción de la lactosa y de otras hormonas gastrointestinales que ayudan a asimilar correctamente los nutrientes.
El resultado es que los neonatos presentan un mejor perfil metabólico y un desarrollo superior en un 25 % al de los recién nacidos que no reciben este compuesto. Para llegar a esta conclusión, los investigadores han utilizado animales de laboratorio, en los que han observado las diferencias entre un grupo de neonatos que recibía leche natural de la madre y otro que también recibía leche de su madre de la que se había eliminado la hormona FGF21.
En un estudio anterior que se llevó a cabo en colaboración con el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, el equipo de Villarroya comprobó que la FGF21 está casi ausente del feto, y que su producción en los recién nacidos se activa cuando estos reciben la leche materna, lo que confirma la importancia que tiene su ingesta.
A partir de estos resultados, los autores del estudio se proponen investigar a más largo plazo –hasta la adolescencia – los efectos sobre el metabolismo de haber estado expuesto o no a la FGF21. Asimismo se estudiará si este factor está presente, y en qué porcentaje, en las leches artificiales destinadas a la lactancia, a fin de mejorar su composición.
El trabajo se enmarca en el programa de investigación de excelencia RecerCaixa, impulsado por la Obra Social La Caixa en colaboración con la Asociación Catalana de Universidades Públicas (ACUP).
Referencia bibliográfia:
"Fibroblast growth factor 21 in breast milk controls neonatal intestine function. Aleix Gavaldà-Navarro, Elayne Hondares, Marta Giralt, Teresa Mampel, Roser Iglesias & Francesc Villarroya" Scientific Reports 13717 (2015) doi:10.1038/srep13717