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Un estudio en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha identificado las secuencias de ADN no codificante más antiguas que se conocen, algunas de las cuales están presentes tanto en humanos como en parientes de los corales. La comparación de los genomas de múltiples animales, distribuidos por las ramas del árbol de la vida, ha desvelado que no sólo las proteínas que nos construyen, sino también algunas de las instrucciones de cómo y dónde usarlas estaban presentes en nuestros ancestros desde hace más de 550 millones de años.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha sido informado esta tarde de la sustracción en un vehículo en Móstoles (Madrid) de un equipo con dos fuentes radiactivas. Cualquier persona que lo encuentre debe evitar su manipulación y avisar inmediatamente a las autoridades.
Imagen EDS en falso color del residuo de uno de los líquidos analizados. El color rojo corresponde a las energías del bromo, el azul a las del azufre y el verde a las del fósforo. Imagen: K. Castro et al./UPV-EHU.
Un equipo de investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha desarrollado un método para determinar la composición química de líquidos sospechosos de ser explosivos que confisca la policía. Algunas de las muestras analizadas contenían sustancias peligrosas para la salud, como el metanol y el ácido bórico.
Los artefactos líticos encontrados incluyen tecnología muy básica parecida a la encontrada en el este de África. Imagen: CENIEH.
La vitamina D se obtiene de alimentos como la leche. Imagen: Robbie Photo Art.
Los científicos ya saben cómo mejorar la memoria con fármacos inteligentes, cambiar de estado de ánimo aplicando una corriente sobre el cráneo y encender y apagar circuitos neuronales con rayos de luz. Hay quienes incluso están a favor de implantar electrodos y sensores directamente encima de la corteza cerebral para tratar dolencias. La ‘neurología cosmética’ no solo pretende curar cerebros enfermos, sino mejorar los sanos ‘a la carta’.
Un estudio realizado por investigadores del Insituto de Oncología Vall d’Hebron (VHIO) confirma que la carencia de vitamina D –que se obtiene a través de la ingesta de alimentos como la leche y las grasas de pescado, y la exposición a la luz solar – aumenta la agresividad del cáncer de colon. Los resultados se acaban de publicar en la revista 'PLoS One'.