La Universidad Pompeu Fabra y el Instituto de Biología Evolutiva han sido pioneros en la aplicación de tecnologías de secuenciación masiva en la genética forense y de poblaciones. Su trabajo, basado en muestras de dos poblaciones españolas, demuestra la inmensa cantidad de información que aporta la secuenciación masiva y sus múltiples aplicaciones.
Un estudio llevado a cabo por investigadores españoles describe qué ocurre a nivel atómico cuando se estira una molécula de ácido nucleico de doble hélice. A través de una simulación por ordenador, los científicos han conseguido explicar por qué al estirar el ADN se enrolla, mientras el ARN de doble hebra se desenrolla. Este trabajo podría desentrañar cómo las propiedades estructurales de los ácidos nucleicos influyen en su función biológica.
Investigadores de la Universidad de Zaragoza han detectado en el agua potable quistes de Cryptosporidium y Giardia, dos protozoos que causan brotes de diarrea en humanos. Los niveles registrados son muy bajos y no suponen un riesgo sanitario pero, según el estudio, la ubicuidad de estos parásitos y la ineficacia de los tratamientos convencionales para eliminarlos pueden derivar en un problema de salud pública.
El bosque mediterráneo se reducirá prácticamente a matorral en 100 años por los efectos del cambio climático. Así lo revela un nuevo estudio que ha analizado cómo reaccionan las plantas ante el aumento de temperatura y la sequía. Los científicos concluyen que las especies vegetales persisten regulando el tiempo que dedican a realizar la fotosíntesis para ahorrar agua, pero no todas reaccionan igual.
Del millón de ñus que intenta cruzar cada año el río Mara entre Kenia y Tanzania, más de 6.000 mueren antes de alcanzar la otra orilla, el equivalente a 1.100 toneladas de biomasa. Según revela un nuevo estudio, los cadáveres de estos animales ahogados constituyen la principal fuente de alimento para el resto de especies que habita la cuenca del río, sobre todo para los peces, los principales beneficiarios.
El 74% de la población mundial estará expuesta en 2100 a olas de calor mortales. Esta es la principal conclusión de una investigación de la Universidad de Hawái (EE UU) que ha descubierto el umbral en el que la temperatura y la humedad elevada se vuelven letales. Además, con los resultados obtenidos, los expertos han creado una aplicación web capaz de predecir el número de días al año en los que se producirán estos periodos de calor extremo en cualquier lugar del mundo.
Antes de que los gatos conquistaran internet, se propagaron por el antiguo mundo hace unos 10.000 años. Según un nuevo estudio, que ha permitido analizar ADN antiguo, estos felinos evolucionaron hasta convertirse en los animales domésticos que conocemos hoy gracias a varias olas de domesticación y a la contribución de los habitantes de Egipto y Oriente Próximo. Los análisis revelan que todos los gatos domésticos descienden del gato salvaje africano Felis silvestris lybica.
La península ibérica está experimentando una deriva climática con un incremento de temperaturas, del que no están exentos los sistemas montañosos. Un equipo de científicos ha analizado series climáticas regionales del Pirineo central de 1910 a 2013 –los registros de clima más extensos hasta la fecha para esta zona– y concluye que desde 1970 el aumento de las temperaturas se ha acelerado sobre todo en primavera y verano.
Las hembras de alce adultas, protagonistas de #Cienciaalobestia, son capaces de desarrollar estrategias para esconderse de los cazadores. Según un nuevo estudio, a partir de los 10 años de edad, estos cérvidos aprenden a evitar a sus predadores humanos moviéndose y desplazándose a terrenos más inaccesibles. Además, los científicos han descubierto que el mamífero es capaz de diferenciar entre un arco y un rifle, adaptando su forma de protegerse a las distintas temporadas de caza.
Uno de los objetivos del Acuerdo de París aprobado en diciembre de 2015 para luchar contra el cambio climático es que el aumento de la temperatura del planeta en 2100 no supere los 2 ºC, y si es posible los 1,5 ºC respecto a los niveles preindustriales. Un nuevo estudio ha planteado cuatro escenarios futuros de reducción de emisiones de CO2 y aumento de renovables, y ni siquiera en el mejor de los casos se lograría "enfriar" el planeta.