El proyecto 1.000 Genomas ha llegado a su fase final. Dos estudios publicados en la revista Nature, uno de ellos con participación española, proporcionan una visión completa de la variación genética humana en poblaciones de los cinco continentes.
Un estudio, liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha descubierto una alta incidencia de anomalías congénitas en vértebras cervicales halladas en la cueva de El Sidrón (Asturias). Según los investigadores, estos defectos serían el resultado de los altos niveles de emparejamiento entre los miembros de los grupos neandertales.
Gracias al análisis de las plumas fósiles de aves o la piel de reptiles marinos, los científicos han podido determinar el color de estas especies extintas. Un equipo internacional de investigadores propone ahora por primera vez una técnica que permite, a través de la melanina de los restos óseos, detectar el color en los fósiles de mamíferos. El hallazgo permitirá determinar con precisión la coloración de estos vertebrados de hasta 300 millones de años de antigüedad.
Un grupo internacional de científicos ha descubierto en China una nueva especie de caracol de tierra que podría ser la más pequeña documentada hasta ahora. La concha de este molusco, llamado Angustopila dominikae, mide en su parte más ancha 0,86 mm, es decir, que podrían caber casi diez de estos animales en el ojo de una aguja.
Un estudio, liderado por científicos de la Universidad Rey Juan Carlos, ha permitido analizar por primera vez la toxicidad de concentraciones ambientales de benzoilecgonina –principal metabolito de la cocaína encontrado en aguas naturales– mediante el uso de dos novedosos modelos basados en organismos de ecosistemas fluviales. Según los científicos, bajas concentraciones de esta sustancia en el agua pueden producir efectos adversos en el desarrollo de esporas del helecho.
Un equipo de ecólogos ha descubierto que el murciélago americano Lonchophylla robusta es capaz de bombear el néctar mediante unas ranuras en su lengua, en lugar de lamer este alimento como hacen otras especies. Este mecanismo de succión no se había observado antes entre los animales vertebrados.
Bacterias como E. coli forman, para proliferar, un anillo que va estrangulando su membrana hasta que la célula original se convierte en dos. La proteína FtsZ es la base de esta estructura, pero el proceso no sería posible sin el apoyo de muchas otras. En un artículo publicado recientemente, investigadores del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC resumen cómo toda esta compañía de proteínas se coordina para que nada falle.
Algunos seres vivos establecen relaciones entre sí de las que se benefician mutuamente. Un ejemplo es la polinización, en la que los insectos contribuyen a la reproducción de las plantas y reciben alimento como recompensa. No obstante, este proceso afecta a algunas especies de abejorros debido al cambio climático y ha provocado un descenso de los recursos florales. Asimismo, ha obligado a insectos que polinizan flores con corolas de tubo largo a adaptarse y disminuir sus lenguas.