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La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La guerra de las galaxias de Natalie. Natalie Portman (1981, Jerusalén) promueve la ciencia entre las adolescentes en una campaña ligada a su película Thor: El mundo oscuro, donde interpreta a una astrofísica. La ciencia no le es ajena: estudió en Harvard y publicó dos artículos en revistas especializadas.
Boris Vian de interminables heterónimos. Aunque Boris Vian (Ville-dAvray, 1920 – París, 1959) también fue ingeniero metalúrgico, sus pasiones eran la música y la literatura. A los 20 años formó parte de una orquesta de jazz y a los 23 escribió sus primeras novelas, como La espuma de los días. / Wikipedia
Nicanor Parra o la antipoesía. Poeta, profesor de matemáticas y física e investigador. El chileno Nicanor Parra (San Fabián, 1914) creador de la antipoesía, utiliza elementos del lenguaje modificándolos hasta llevarlos al absurdo para atraer la atención del lector. / Paula Münzenmayer
La física oculta de Bryan May. Tras su rotunda melena de mito del rock se oculta el cerebro de un astrofísico. Bryan May (Hampton, 1947), guitarrista, compositor y vocalista de Queen, se licenció en Física en el Imperial College de Londres y comenzó un doctorado en Astronomía. / Mario Hernandez Garcia
Hedy Lamar: la belleza de una matemática. Su historia con la ingeniería parece sacada de una de las películas de Hollywood que ella misma interpretó. Durante sus años como actriz, Hedy Lamar (Viena, 1914 – Orlando, 2000), sentó las bases de los sistemas de comunicaciones digitales modernos. / Floorvan
Alicia o la paradoja del espejo. A Lewis Carroll (Cheshire, 1832 – Surrey, 1898), autor de Alicia en el País de las Maravillas, le apasionaban las adivinanzas y los rompecabezas. El escritor fue un estudiante brillante que llegó a ser profesor de matemáticas y lógica durante más de 20 años. / Wikipedia
Corbalán y la cardiología del baloncesto. Juan Antonio Corbalán (Madrid, 1954), base del Real Madrid desde 1971 a 1988, trabaja desde su retirada del baloncesto como cardiólogo especializado en medicina deportiva. En su palmarés destacan 12 ligas españolas, 7 copas de España y 3 copas de Europa. / Efe
El romanticismo científico de Goethe. Johann Wolfgang von Goethe (Fráncfort del Meno, 1749 – Weimar, 1832) fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó a fundar el movimiento del romanticismo. Estudió Derecho e inició investigaciones sobre óptica, geología, química y osteología. / Wikipedia
La física de las palabras. A pesar de que su pasión fue la literatura, el escritor Ernesto Sábato (Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011) trabajó en el Laboratorio Curie en París y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) después de obtener en 1938 el doctorado en Física. / Fundación José Saramago
Aquella maravillosa Danika McKellar. Se la recuerda por su papel de Winnie Cooper en la serie de televisión Aquellos maravillosos años. Danica McKellar (La Jolla, 1975) se graduó cum laude en Matemáticas. / Wikipedia
La aceleración de la fama. Brian Cox (Chadderton, 1968), presentador de programas de ciencia para la BBC, trabaja en el acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC. Pero su fama empezó mucho antes, cuando actuaba como teclista en el grupo de pop D: Ream. / Joe Dunckley
El corazón matemático de Garfunkel. En los 60, la gente se volvía loca por sus rizos mientras tocaba con la otra mitad del grupo Simon & Garfunkel. Pero para Art Garfunkel (Nueva York, 1941), además de la música estaban las matemáticas. Consiguió un máster en la Universidad de Columbia (EE UU). / Leo London
La evolución de la mala religión. Greg Graffin (Racine, 1964) es uno de los pocos que compagina con éxito ambas vertientes. Se mantiene en activo desde 1979 con su grupo Bad religion y es profesor en la Universidad de California en Los Ángeles (EE UU) tras doctorarse en Paleontología Evolutiva. / Luiz Gustavo Gerent
Einstein y su inseparable violín. Por detrás de la ciencia, la segunda pasión de Albert Einstein (Ulm, 1879 – Princeton, 1955) fue el violín. A los seis años comenzó su educación musical. Aunque se aburrió rápidamente de las clases, no dejó de tocar el violín nunca. / Wikipedia
Los talentos de Da Vinci. Por último, el polímata por excelencia, Leonardo (Vinci, 1452 –Amboise, 1519), anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico y poeta. Quizá la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que ha existido. / Wikipedia
La ciencia es una amante absorbente, pero de vez en cuando ilustres ingenieros, físicos y médicos consiguen triunfar en ámbitos como la música, la literatura o el cine. O al revés. Son representantes de la polimatía, o sabiduría sobre campos diversos.
El último caso célebre de polimatía es el de la actriz Natalie Portman, que mientras rodaba los capítulos II y III de Stars Wars estudió Psicología en Harvard y es autora de varios papers.
Los medios han vuelto a recordarlo porque acaba de presentar con Marvel una campaña para fomentar el gusto por la ciencia entre las adolescentes de EE UU. La iniciativa está inspirada en su última película, Thor: El mundo oscuro, en la que interpreta a una astrofísica.
En SINC hemos reunido a 15 personajes célebres que, como ella, pueden considerarse polímatas.
