Más de 3.000 investigadores se han reunido esta semana en Estocolmo (Suecia) para asistir al Congreso Internacional sobre Obesidad y mostrar en la ciudad de Alfred Nobel los últimos avances en lo que parece una guerra abierta. Entre epidemia de salud pública y alarma social, entre la genética y los estilos de vida, las cifras de la obesidad no son alentadoras. Controlar esta enfermedad supondrá en el futuro salvar vidas.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) han descrito uno de los mecanismos por el que las poblaciones de bacterias patógenas controlan su dispersión por la superficie de los órganos que infectan, deteniéndola ante la presencia de un antibiótico y reanudándola cuando éste disminuye. El proceso tiene como protagonista a la proteína RecA, que aumenta su concentración cuando se pone en marcha el mecanismo de reparación del material genético de las bacterias desencadenado por los antibióticos. La investigación ha sido publicada en la revista Infection and Immunity.
La iniciativa “Siempre hay esperanza” trata de evitar los suicidios en el puente Golden Gate de San Francisco (EE UU).
La identificación de las causas genéticas del autismo puede mejorar su diagnóstico.
Seguir una dieta mediterránea mejora la salud cardiovascular.
Las patentes de genes se llevan concediendo desde la década de los 80.