Científicos del Instituto de Neurociencias de la Universitat Autònoma de Barcelona han observado, en experimentos con ratas, que los individuos que habían compartido camada con un número más elevado de hermanos presentan un comportamiento menos ansioso en la vida adulta, son más activos ante situaciones adversas y presentan un comportamiento más proclive a explorar los ambientes nuevos. Los resultados podrían ser extrapolados al comportamiento de las personas.