Los sedimentos examinados por el rover Curiosity en el cráter marciano Gale indican que hace más de 3.000 millones de años hubo un lago con elementos biológicos clave como carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno que proporcionarían las condiciones idóneas para la vida microbiana. Las investigaciones, en las que han participado científicos españoles, se publican hoy en la revista Science.
Superficie aserrada de NWA 7533 mostrando los clastos –material más antiguo– oscuros y claros en la matriz gris. / Luc Labenne
Ilustración de la sonda MAVEN en Marte. / NASA
Imagenn en falso calor con los elementos del meteorito Lafayette. / SUERC - Universidad de Glasgow
Simulación bajo el agua de misiones espaciales. / MOONWALK
Los fragmentos de roca y granos de arena marciana analizados por el rover Curiosity contienen moléculas de H2O. El vehículo también ha descubierto por primera vez en Marte la presencia de ‘mugearita’, un basalto asociado a las islas y fosas en la Tierra. Son algunos de los resultados que cinco equipos de científicos publican esta semana en la revista Science.
Las mediciones realizadas por el Curiosity revelan que la atmosfera marciana “no contiene metano, o si tiene, es una cantidad mínima”. Los datos obtenidos por el espectrómetro láser del robot indican que la atmósfera del planeta tiene un máximo de 1,3 partes por mil millones en volumen de este gas, seis veces menos que las estimaciones previas, según un estudio publicado en Science.
Científicos de la Universidad de Houston han localizado el volcán más grande la Tierra, situado bajo las aguas del océano Pacífico, según publica la revista Nature GeoScience. El Tamu Massif, como se ha denominado, tiene una superficie de unos 310.000 kilómetros cuadrados, una extensión similar al Reino Unido.
La Mars Observer pudo perderse por el fallo de una válvula. / Wearbeard