La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha presentado hoy en la Cumbre del Clima de Copenhague la guía Acidificación de los Océanos – los hechos, que sintetiza los datos científicos más recientes acerca de este fenómeno y de la extinción masiva de especies marinas. La guía indica también qué medidas urgentes se deben tomar para contrarrestar su aceleración.
Los crustáceos son una de las especies más afectadas por el incremento de la acidez de los océanos.
Plancton acidificado.
Investigadores franceses han estudiado la variabilidad en un periodo mayor a diez años del fitoplancton para determinar el impacto del cambio climático sobre estos microorganismos. La investigación, que se publica ahora en Science, demuestra que existe una relación directa entre los cambios físicos en los océanos del mundo y la cantidad de fitoplancton que hay en ellos.
Un cámara de Oceana grabando a las especies Cymodocea nodosa y a Posidonia oceanica en Almería.
Investigadores estadounidenses y británicos han reconstruido los niveles atmosféricos del dióxido de carbono de los últimos 2,1 millones de años, y concluyen que los niveles actuales superan con creces los de hace miles de años; coinciden además con intervalos cálidos. El estudio, que se publica ahora en Science, es el último en descartar que la reducción de CO2 causara edades de hielo más largas e intensas hace 850.000 años.
Con motivo del Día Mundial de los Océanos, organizaciones ecologistas, como Oceana, denuncian hoy la situación de los mares, que sufren el deterioro y el colapso de sus recursos pesqueros, la destrucción de los hábitats marinos y la contaminación. Desde la Organización de Naciones Unidas y la Comisión Europea se han puesto en marcha diversas estrategias para salvar a los océanos.