Siempre se había pensado que la tortuga boba llegó al Mediterráneo desde América del Norte y el Caribe después de la última glaciación. Todo apunta, sin embargo, a que esta especie marina colonizó el Mediterráneo hace entre 20.000 y 200.000 años y, por tanto, antes del último máximo glacial, según revelan nuevos trabajos científicos en los que participan la Universidad de Barcelona.
Tortuga gigante aldabra (Aldabrachelys gigantea), introducida en Round Island (Islas Mauricio) para sustituir a la extinta tortuga gigante local. / Nik Cole
Paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y de la Universidad Complutense de Madrid describen, en el Journal of Systematic Palaeontology, fósiles de una nueva especie de tortuga de agua dulce. Los restos proceden del yacimiento Barrihonda-El Humero de Riodeva (Teruel, España), donde también fue descubierto el dinosaurio Turiasaurus riodevensis, conocido como el gigante europeo. Por este motivo, al quelonio se le ha denominado Riodevemys inumbragigas: “tortuga de Riodeva a la sombra del gigante”.
Ilustración de dos ejemplares de ‘Eodortoka morellana’ disfrutando en el agua. / Carlos de Miguel Chaves.
Reconstrucción de los restos del caparazón encontrados / GBE UNED.
Investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia han identificado una nueva especie de tortuga que habitaba hace 125 millones de años en la localidad de Morella (Castellón). Esta especie es la única de su grupo que se ha encontrado en Europa en esa época, y tenía costumbres nadadoras: pasaba la mayor parte del día en los ríos o calentándose al sol.
Adán Pérez-García (izquierda) y Francisco Ortega (derecha), miembros del grupo de Biología Evolutiva de la UNED, muestran el caparazón / SHN-GBE UNED.
Ilustración de ‘Hylaeochelys kappa’, una tortuga con costumbres nadadoras / Carlos de Miguel Chaves.
Reconstrucción del caparazón hallado / SHN-GBE UNED.
Investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia han identificado el fósil de una nueva especie de tortuga descubierta en una playa de Portugal. El ejemplar, bautizado como Hylaeochelys kappa, es el único de su género que se remonta al Jurásico, y acaba de ser presentado en rueda de prensa en la localidad portuguesa de Torres Vedras.