La producción, el tráfico y el consumo de estupefacientes no paran de crecer, como se ha advertido en la reunión anual de la comisión de drogas de la ONU en Viena. Los países están divididos entre los más y los menos punitivos. Numerosos expertos alertan de que seguir castigando el consumo propio es un obstáculo que fomenta los prejuicios y la discriminación.
A diferencia de estudios previos, una nueva investigación realizada con métodos más rigurosos concluye que el consumo moderado de alcohol no tiene ningún beneficio sobre la mortalidad en personas mayores. Estos resultados pueden ser usados por los profesionales sanitarios para nunca recomendar este consumo a los pacientes.
Investigadores japoneses han confirmado que las células esofágicas sufren mutaciones tumorales a medida que envejecemos. El estudio también demuestra que el consumo de alcohol y tabaco aumenta estas mutaciones y, por tanto, multiplica las probabilidades de desarrollar cáncer de esófago.
Investigadoras de la Universidad de Sevilla han publicado –a través de la Oficina Española de Patentes y Marcas– un hallazgo relacionado con el uso del selenito sódico como suplemento alimenticio capaz de reparar el daño en el ADN que provoca el consumo de alcohol agudo.
Un estudio realizado en la Universidad de Granada señala que los mejores predictores de un comportamiento delictivo al conducir son consumo de alcohol alto, estilo de conducción incauto, la infraestimación del riesgo en actividades de ocio y la mayor sensibilidad al refuerzo.
Vivir en grandes ciudades, experimentar abuso físico o sexual, consumir cannabis o abusar del alcohol durante la infancia o la adolescencia son algunos elementos que pueden determinar el riesgo de comportamiento violento en la edad adulta. Así concluye una nueva investigación, publicada en Molecular Psychiatry, que subraya como en los individuos con tres o más de estos factores se multiplica hasta diez veces la posibilidad de presentar actitudes agresivas.
Un estudio en moscas de la fruta ha concluido que los machos gozan con la eyaculación y que cuando no lo consiguen son más propensos a consumir alcohol. La investigación puede ayudar a comprender mejor la adicción a las drogas.
Una herramienta on line y gratuita que detecte riesgos en el consumo de sustancias como alcohol, tabaco y otros estupefacientes. Este es el objetivo de una nueva aplicación, desarrollada por expertos de la Universidad Rey Juan Carlos, que podría utilizarse de forma orientativa en personas que habitualmente no acuden a las consultas de atención primaria.
Científicos del Laboratorio de Biología Molecular del Consejo de Investigación Médica de Reino Unido han demostrado cómo el alcohol daña el ADN en células madre de ratones, lo que ayuda a explicar por qué beber aumenta el riesgo de cáncer.