Investigadores de EE UU han desarrollado un dispositivo fino, similar a la piel, que se adhiere a la frente y detecta cuándo el cerebro humano trabaja en exceso. El e-tattoo podría ser útil en entornos de alto riesgo, como la aviación, la cirugía o la conducción de larga distancia, al permitir detectar la tensión mental y prevenir errores.