Laika, el primer ser vivo (y la primera muerte) en el espacio. / Sinc
Hace unos días, la NASA localizó un objeto potencialmente peligroso que tendrá su máximo acercamiento a la Tierra el sábado 31 de octubre a las 18:05, hora peninsular española. El objeto, bautizado como “Gran Calabaza” por la fiesta de Halloween, podría ser un cometa extinto. Para observar su recorrido hará falta un telescopio.
Una gran bola de fuego, más brillante que la Luna llena, alumbró este miércoles las costas mediterráneas durante unos instantes. El fenómeno se produjo por el impactó contra la atmósfera de un fragmento del cometa Encke, que acabó cayendo sobre el mar en forma de meteorito. Más tarde, también se desintegró parte de su material sobre la Comunidad de Madrid. El fenómeno se ha registrado en vídeo desde varios observatorios de Andalucía y Castilla-La Mancha.
Durante estos días se pueden observar a la vez a Venus, Marte y Júpiter en el cielo nocturno, una conjunción que no se volverá a repetir hasta el año 2021. Los aficionados a la astronomía podrán disfrutar del espectáculo hasta finales de semana, pero es entre el jueves y viernes cuando los tres planetas se verán más próximos.
Imagen del cometa 67P tomada el 7 de julio de 2015 desde una distancia de 154 km. / ESA/Rosetta/NAVCAM
La coma o nube gaseosa que rodea el núcleo de las cometas está compuesta por agua, monóxido y dióxido de carbono, pero se acaba de descubrir que contiene otra molécula más: el oxígeno. El hallazgo lo ha hecho la nave Rosetta en el cometa 67P y plantea interrogantes sobre los modelos de la formación del sistema solar.
Imagen con la ubicación de las cefeidas recién descubiertas en una ilustración de la Vía Láctea. / ESO/Microsoft Worldwide Telescope
Mientras cartografiaban un tipo de estrellas que varían de brillo, llamadas cefeidas, un equipo de astrónomos ha encontrado un disco de estrellas jóvenes ocultas tras las gruesas nubes de polvo que rodean el corazón de nuestra galaxia. Hasta ahora no se sabía que la Vía Láctea tuviera este componente estelar.
Las zeolitas son compuestos porosos con aplicaciones en el refino de petróleo y otros ámbitos de la industria química. De las millones de tipologías que podrían adoptar solo se han conseguido unas 200, porque las otras parecen difíciles de sintetizar, pero ahora una nueva técnica ha permitido fabricar dos de esas zeolitas 'inviables'. El avance lo han logrado investigadores de la Universidad de Zaragoza y otros centros europeos.