Los astrofísicos llevaban décadas esperando este momento y los datos han llegado desde el radiotelescopio BICEP2 en el Polo Sur. Un equipo del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, en EE UU, anuncia hoy tres grandes descubrimientos relacionados: la primera prueba directa de que existen las ondas gravitacionales predichas por Einstein, la ansiada evidencia de la inflación cósmica y la apertura de una vía para unificar las fuerzas fundamentales de la naturaleza mediante la gravedad cuántica.
El telescopio BICEP2 ha detectado desde el Polo Sur señales de los primeros instantes del universo. / Steffen Richte
La superficie de Mercurio./NASA/Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory/Carnegie Institution of Washington
El radio de Mercurio se ha reducido hasta un máximo de 7 km en los últimos 4 mil millones de años, lo que supone entre 0,8 y 3 km más de lo que se pensaba hasta ahora. Así lo recogen las imágenes de las crestas y fallas del planeta captadas por la sonda Messenger.
Por una ‘carambola cósmica’ el astrofísico José Antonio Caballero, investigador del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), conoció a Antonio Arias, líder del grupo de rock Lagartija Nick. Del encuentro ha surgido el proyecto United Sounds of Cosmos, un espectáculo que aúna música, videoarte y astronomía. Caballero habla de este proyecto y su trabajo profesional en la búsqueda de exoplanetas.
Los datos del gran telescopio VLT del Observatorio Europeo Austral (ESO), junto a otras observaciones antiguas, han revelado la existencia de la mayor estrella amarilla descubierta hasta el momento. Esta hipergigante, una de las diez estrellas más grandes conocidas, mide más de 1.300 veces el diámetro del Sol y tiene otra compañera casi junta.
Ilustración del gran océano de Europa y su gélida corteza, por la que puede ascender un criomagma. / NASA/JPL-Caltech
El agua, las sales y los gases disueltos en el gran océano que se supone hay bajo la gélida corteza de Europa pueden ascender hacia la superficie y generar las enigmáticas formaciones geológicas teñidas de rojo que se observan en este satélite de Júpiter. Así lo confirma el experimento que investigadoras del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) han efectuado en el laboratorio con agua, dióxido de carbono y sulfato de magnesio.
La península ibérica, vista desde la EEI. / ESA-NASA