En los albores del universo las galaxias en las que se creaban estrellas contenían entre tres y diez veces más gas molecular que sus homólogas actuales, según un estudio liderado por investigadores del Instituto Max Planck (Alemania) y que hoy publica Nature. El descubrimiento, en el que ha participado el astrónomo español Santiago Garcia-Burillo del Observatorio Astronómico Nacional (OAN, IGN), permite explicar el alto índice de creación de estrellas en las galaxias jóvenes sin necesidad de considerar la hipótesis de una mayor eficiencia en la formación estelar.
Galaxia masiva típica.
Rob Hynes se dedica a estudiar los discos de acreción, que se originan alrededor de objetos compactos. Le interesa comprender su estructura, la forma que adquieren, cómo son calentados y golpeados por rayos X, y el modo en que esto afecta a su comportamiento. Dice que ha acabado en este campo en gran parte por casualidad, pero está contento de trabajar en él. Actualmente, y después de haberse movido bastante, investiga en la Louisiana State University (Estados Unidos).
Región de formación estelar NGC 3603.
El trasbordador espacial Endeavour ha despegado con éxito rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS), según confirma la NASA. La nave transporta dos nuevos módulos construidos en Europa, ‘Node-3’ (‘Tranquility’) y la cúpula, que una vez instalados permitirán a la estación quedar "prácticamente terminada".
La actividad de la Estación Espacial Internacional (ISS) se prolongará por lo menos hasta 2020, y no cerrará en 2015 como estaba programado, según ha confirmado el director de la NASA, Charles Bolden. El máximo responsable de la agencia espacial estadounidense también ha informado de la cancelación de las misiones previstas para enviar al ser humano a la Luna, así como del traspaso al sector privado de la fabricación de los nuevos cohetes y naves espaciales.
Giuseppina Fabbiano se dedica a la astronomía en rayos X desde hace más de treinta años. Comenzó a trabajar en la acreción en estrellas binarias durante su tesis, que hizo con datos obtenidos por el satélite Uhuru, el primero en observar en este rango del espectro. Explica que cada nuevo satélite era mejor que el anterior, y era posible observar fuentes muy luminosas en nuestra propia galaxia o cefeidas muy brillantes en otras galaxias. Después trabajó con restos de supernova y fuentes extensas. Y hace veinte años, cuando se tomaron las primeras imágenes del cielo, se pasó a las galaxias de rayos X.