Así atacan las serpientes venenosas, visto por primera vez a alta velocidad

Estos reptiles clavan sus colmillos en las presas en menos de 60 milisegundos. Hasta hace poco, la tecnología no permitía capturar esos movimientos con detalle, pero ahora una investigación ha logrado filmar por primera vez en alta definición cómo distintas familias de serpientes venenosas administran su veneno.

Estos reptiles clavan sus colmillos en las presas en menos de 60 milisegundos./ Silke Clauren. 

Pocas escenas en la naturaleza despiertan tanto temor —y fascinación— como la de una serpiente lanzando su mordida. En apenas una fracción de segundo, estos reptiles deben clavar sus colmillos en la presa antes de que pueda reaccionar, a veces en menos de 60 milisegundos.

Las cámaras, grabando a mil cuadros por segundo, registraron más de cien ataques en tres dimensiones

Hasta hace poco, la tecnología no permitía capturar esos movimientos con suficiente detalle. Pero un equipo de investigadores de la Universidad de Monash (Australia), liderado por Alistair Evans y Silke Cleuren, ha logrado filmar por primera vez en alta definición cómo distintas familias de serpientes venenosas —víboras, elápidos y colúbridos— atacan y administran su veneno. El trabajo, publicado en el Journal of Experimental Biology, revela estrategias sorprendentemente diferentes entre especies.

Para realizar el estudio, Cleuren viajó hasta Venomworld, a las afueras de París, donde se extrae veneno para usos médicos y farmacéuticos. Allí, junto al herpetólogo Anthony Herrel y Rémi Ksas, enfrentaron 36 especies —desde la víbora de cascabel occidental hasta la cobra del bosque africano— a un cilindro de gel tibio que simulaba el cuerpo de una presa. Las cámaras, grabando a mil cuadros por segundo, registraron más de cien ataques en tres dimensiones.

Distintas técnicas según la especie

Los resultados son vertiginosos: la víbora de nariz roma (Macrovipera lebetina) clavó sus colmillos en solo 22 milisegundos, alcanzando aceleraciones de hasta 710 metros por segundo cuadrado. La Bothrops asper, una de las víboras más rápidas del planeta, superó los 4,5 metros por segundo.

Las víboras insertan sus colmillos y, si no quedan bien posicionados, los “caminan” dentro de la carne antes de inyectar el veneno. Las cobras, en cambio, avanzan con sigilo y muerden varias veces para introducirlo por presión muscular. Los colúbridos —con colmillos más profundos— ejecutan mordidas amplias y desgarradoras que abren una herida en forma de media luna para maximizar la dosis.

El estudio muestra que cada familia de serpientes ha desarrollado una técnica distinta, pero igualmente letal. En palabras de Cleuren, “cuando una serpiente decide atacar, no hay margen de error: todo ocurre en menos de un parpadeo”.

Referencia:

Anthony Herrel y Rémi Ksas et al. Kinematics of feeding strikes in venomous snakes. Journal of Experimental Biology (2025).

Fuente:
SINC
Derechos: Creative Commons.
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