Las ‘momias’ de hadrosaurio son en realidad moldes de arcilla creados por microbios

Nuevos fósiles hallados en Wyoming (EE UU) muestran que la piel y las pezuñas de los dinosaurios con pico de pato que se creía ‘momificados’ no se fosilizaron, sino que quedaron impresas en finas capas de arcilla formadas por microbios durante la descomposición. El hallazgo redefine cómo pueden preservarse los tejidos blandos en el registro fósil.

Las ‘momias’ de hadrosaurio son en realidad moldes de arcilla creados por microbios
'Momia' del dinosaurio juvenil con pico de pato Edmontosaurus annectens con Tyler Keillor, de la Universidad de Chicago. / University of Chicago Fossil Lab

Las llamadas ‘momias’ de dinosaurios con pico de pato de Wyoming (EE UU) ofrecen nuevas claves sobre la preservación de tejidos blandos en el registro fósil. Un equipo de paleontólogos, liderado por la Universidad de Chicago (EE UU), ha demostrado que la piel y las pezuñas de estos animales no son restos fosilizados, sino delicados moldes de arcilla formados por microbios durante la descomposición de los cadáveres.

“La ‘plantilla de arcilla’ es un proceso de preservación que antes se pensaba que se daba principalmente en animales de cuerpo blando mucho más antiguos y pequeños, que suelen conservarse como láminas aplanadas en entornos marinos. Sin embargo, hemos descubierto que este mismo proceso también se encuentra en las ‘momias’ de dinosaurios, que son animales grandes preservados en tres dimensiones”, dice a SINC Baumgart Stephanie Lynn, coautora del trabajo en la Universidad de Florida (EE UU).

Hemos descubierto que este mismo proceso también se encuentra en las ‘momias’ de dinosaurios, que son animales grandes preservados en tres dimensiones

Baumgart Stephanie Lynn, coautora del trabajo en la Universidad de Florida

Este hallazgo sugiere que la formación de plantillas de arcilla podría ser un proceso de preservación más común de lo que se creía, y que quizá otras ‘momias’ también presenten este tipo de conservación. La piel es un material resistente y tarda más en descomponerse que los músculos o las vísceras, además se seca por exposición antes del enterramiento.

La científica explica así el proceso: “Se forma una biopelícula sobre un cuerpo en descomposición y, por lo general, tiene una carga negativa. La arcilla del sedimento circundante tiene una carga positiva, por lo que esta biopelícula atrae las partículas de arcilla hacia el cadáver, de manera similar a como un globo cargado estáticamente atrae el cabello cuando se sostiene sobre la cabeza. Las partículas de arcilla recubren la piel del cadáver y capturan los detalles finos de su textura. La piel real no se conserva, pero la forma general permanece”.

Reconstrucción de una escena de hace unos 66 millones de años que muestra al dinosaurio con pico de pato. / Dani Navarro

Reconstrucción de una escena de hace unos 66 millones de años que muestra al dinosaurio con pico de pato. / Dani Navarro

Una réplica milimétrica

El estudio, publicado en Science, describe cómo hace unos 66 millones de años los cuerpos del hadrosáurido Edmontosaurus annectens quedaron cubiertos por una finísima capa de arcilla que conservó con detalle la superficie externa de los animales.

“El tapete microbiano era una fina película depositada en cada recoveco de la piel del animal que, al atraer estos minerales de arcilla, consiguió que esta película sobreviviera a la descomposición de la materia orgánica y el propio tapete microbiano. Esto dejó como producto final una máscara de arcilla que replicaba cada pliegue de cada escama de la piel a escala submilimétrica con total fidelidad”, señala a SINC Daniel Vidal, de la Universidad de Chicago y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), coautor del estudio.

El tapete microbiano era una fina película depositada en cada recoveco de la piel del animal que, al atraer estos minerales de arcilla, consiguió que esta película sobreviviera a la descomposición

Daniel Vidal, de la Universidad de Chicago y la UNED

A diferencia de los casos tradicionales de fosilización de tejidos blandos, que suelen ocurrir en ambientes finos y pobres en oxígeno como lagunas o fondos marinos, estas momias se formaron en depósitos fluviales gruesos.

“Es posible que este mecanismo también pueda conservar impresiones de tejidos blandos en otros fósiles grandes; todo depende del entorno y de la rapidez del enterramiento. Requiere que haya arcilla en el sedimento y que el tejido blando seco sobreviva el tiempo suficiente hasta quedar enterrado”, puntualiza la paleontóloga.

“Podemos decir que muchas de estas ‘momias’ de dinosaurio no se preservan evitando la descomposición de la materia orgánica original, sino por un replicado milimétrico realizado por la acción de microorganismos que depositaron una fina capa de arcilla”, explica a SINC María Ciudad Real Ballestero, de la UChicago y la UNED, coautora del estudio.

La pezuña, conservada en sección como una capa muy fina de arcilla, cubre el hueso terminal del dedo del pie de una momia adulta del dinosaurio con pico de pato Edmontosaurus annectens. / UChicago Fossil Lab

La pezuña, conservada en sección como una capa muy fina de arcilla, cubre el hueso terminal del dedo del pie de una momia adulta del dinosaurio con pico de pato Edmontosaurus annectens. / UChicago Fossil Lab

Reconstrucción más precisa

Mediante documentos y fotografías históricas, los investigadores localizaron los mismos yacimientos del este de Wyoming donde, a inicios del siglo XX, se descubrieron las primeras ‘momias de dinosaurios’. En este lugar excavaron dos nuevos ejemplares de Edmontosaurus: un juvenil tardío y un adulto temprano, ambos con amplias áreas de piel conservada.

Son las pezuñas más antiguas documentadas en un vertebrado terrestre, el primer reptil con pezuñas confirmado y el primer animal de cuatro patas con pezuñas 

Paul Sereno, Universidad de Chicago

El juvenil representa la primera momia subadulta conocida y el primer dinosaurio de gran tamaño con un contorno carnoso completamente conservado, que incluye una cresta de cuello y tronco.

Por su parte, el adulto. apodado "Ed Sr.", conserva la fila completa de púas de la cola y las pezuñas más antiguas documentadas en cualquier tetrápodo, convirtiéndose así en el primer reptil con patas y pezuñas.

“El hallazgo de crestas en la línea media y de pezuñas en los pies nos ofrece más información para reconstruir con mayor precisión a Edmontosaurus annectens. Ahora sabemos que este dinosaurio presentaba una cresta carnosa a lo largo de la línea media, así como espigas también en la línea media, cada una alineada con una de las vértebras”, señala Lynn.

Para Paul Sereno, autor principal del estudio en la Universidad de Chicago, afirma: “Hay muchas ‘novedades’ asombrosas conservadas en estas momias con pico de pato: las pezuñas más antiguas documentadas en un vertebrado terrestre, el primer reptil con pezuñas confirmado y el primer animal de cuatro patas con pezuñas con diferentes posturas de extremidades anteriores y posteriores”.

Las espigas descubiertas se superponen entre sí, algo más común en los lagartos que en los dinosaurios o sus parientes vivos más cercanos, los cocodrilos y las aves. Reconstrucciones anteriores mostraban vainas de queratina de las pezuñas ajustadas al hueso, pero estas ‘momias’ revelan que eran más parecidas a las de los caballos, con más espacio entre el hueso y la queratina. “Una especie estrechamente emparentada, Edmontosaurus regalis, también se sabe que tenía una carúncula carnosa en la parte superior de la cabeza”, puntualiza Lynn.

Es la primera vez que tenemos una visión completa y desarrollada de un gran dinosaurio en la que realmente podemos sentirnos seguros

Paul Sereno

“Es la primera vez que tenemos una visión completa y desarrollada de un gran dinosaurio en la que realmente podemos sentirnos seguros. Las tierras baldías e Wyoming son una ‘zona de momias’ única que tiene más sorpresas reservadas a partir de fósiles recolectados durante años de visitas de equipos de estudiantes universitarios”, explica Sereno.

Paul Sereno, de la Universidad de Chicago, observa las pezuñas conservadas en los pies de una momia adulta del dinosaurio con pico de pato 'Edmontosaurus annectens', apodado "Ed Sr.". / Keith Ladzinski

Paul Sereno, de la Universidad de Chicago, observa las pezuñas conservadas en los pies de una momia adulta del dinosaurio con pico de pato 'Edmontosaurus annectens', apodado "Ed Sr.". / Keith Ladzinski

Tecnología y trabajo minucioso

Exponer una superficie de arcilla tan delgada como el papel requirió horas de limpieza cuidadosa bajo la dirección de Tyler Keillor, gerente del Laboratorio de Fósiles de la Universidad de Chicago.

Otros investigadores, dirigidos por el investigador Evan Saitta, utilizaron imágenes 3D, micro-CT y huellas fósiles para reconstruir la anatomía blanda y las posturas del animal. “Los dos especímenes se complementaron maravillosamente”, afirma Sereno.

Una momia de Edmontosaurus encontrada en la misma región por el Museo Americano de Historia Natural a principios del Siglo XX preservaba una cresta sin soporte óseo sobre el cuello

La descripción de una momia de Edmontosaurus encontrada en la misma región por el Museo Americano de Historia Natural a principios del siglo XX preservaba una cresta sin soporte óseo sobre el cuello sin ningún tipo de espinas que se utilizó para reconstruir el animal durante décadas con escamas pequeñas y ningún tipo de espinas.

Hallazgos posteriores de fragmentos de la cola de otros Edmontosaurus, por el contrario, preservaban una fila de espinas bajas sobre el dorso. Esto hizo que se pensara que el ejemplar del museo no había preservado estas espinas y se comenzó a reconstruir a Edmontosaurus con una fila impar de espinas desde la base del cuello hasta la punta de la cola.

“Las nuevas momias de este estudio muestran que ambas interpretaciones eran correctas, pues solamente la cola tenía estas espinas mientras que desde el cuello hasta la cadera la espalda tenía una cresta, apareciendo en la cadera a esta fila de espinas”, argumenta Ciudad Real Ballestero.

Respecto a la reconstrucción del pie, detalla: “Durante mucho tiempo hemos conocido huellas de hadrosaurios en rocas de la misma edad que han sido asignadas a Edmontosaurus. Sin embargo, había mucha discrepancia sobre cómo encajaría el esqueleto dentro de la huella, pues la pisada dejaba una impresión que no se correspondía del todo”

Al colocar sobre las huellas este tejido blando hemos podido ver que coinciden perfectamente

María Ciudad Real Ballestero

El ejemplar adulto encontrado tiene en sus pies pezuñas fosilizadas de mucho mayor tamaño que la última falange de cada dedo del pie, que es la que da soporte esquelético a la uña. Inmediatamente detrás sigue una almohadilla plantar que ocupa la práctica totalidad restante del dedo. “Al colocar sobre las huellas este tejido blando hemos podido ver que coinciden perfectamente”, sostiene la científica.

Este estudio no solo redefine la apariencia de Edmontosaurus annectens, sino que también aporta un nuevo modelo para comprender la momificación de dinosaurios y una metodología aplicable a futuras investigaciones. “Este puede ser el mejor artículo que he publicado. Desde el campo hasta el laboratorio y las reconstrucciones en 3D, cuenta una historia coherente sobre cómo surgen estos notables fósiles y qué podemos aprender de ellos”, concluye Sereno.

Referencia:

Paul C. Sereno et al. "Duck-billed dinosaur fleshy midline and hooves reveal terrestrial clay-template “mummification”". Science

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons.
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