Un equipo de astrónomos ha obtenido la prueba más precisa de la teoría general de la relatividad de Einstein fuera de la Vía Láctea. El avance se ha logrado gracias al efecto de lente gravitacional de una galaxia cercana muy masiva, que distorsiona la luz de otra mucho más lejana creando un anillo de Einstein.
Solo un 5% de nuestro universo está constituido por materia ‘ordinaria’, la que supuestamente conocemos, pero incluso este pequeño porcentaje es difícil de rastrear. Hace décadas que los astrónomos buscan dónde se esconden en el cosmos más de la mitad de los bariones, partículas como los neutrones y protones, y con la ayuda del observatorio espacial XMM-Newton de rayos X los han encontrado: en el ardiente gas intergaláctico.
El análisis de la nebulosa de la Pipa, una región de formación estelar muy temprana, ha permitido confirmar que la densidad de los núcleos preestelares determina la geometría que tendrán luego los cúmulos de estrellas, que se segregan en el espacio según su masa. Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía lideran este estudio internacional.
Una tormenta de arena en la superficie marciana, la más grande registrada hasta la fecha, ha afectado al funcionamiento del rover Opportunity de la NASA, cuya misión ha quedado suspendida temporalmente. Su compañero, el rover Curiosity, ha captado el fenómeno mientras se tomaba un selfie.
Los astrónomos han logrado observar por primera vez la formación y evolución de un chorro de material expulsado por un agujero negro supermasivo después de haber destruido una estrella. El descubrimiento lo lideran investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía y la Universidad de Turku, en Finlandia.
Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía y la Universidad de California han encontrado en el centro de nuestra galaxia un extraño grupo de objetos a mitad de camino entre estrellas y nubes de gas. Podrían ser estrellas fruto de una fusión estelar e 'hinchadas' por las condiciones de gravedad extremas que rodean al agujero negro Sagitario A* del centro galáctico.
Desde hace décadas se observan relámpagos en la atmósfera de Júpiter, sobre todo cerca de los polos, pero las ondas de radio que emitían parecían diferentes a las de estos destellos luminosos en la Tierra. Ahora, gracias a los radiómetros más potentes de la sonda Juno, se ha comprobado que las frecuencias tampoco son tan diferentes y que los relámpagos de los dos planetas son similares. Además los científicos han podido convertir algunas de sus señales de radio en sonidos audibles.