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El Laboratorio de Teledetección de Valladolid identifica incendios en China

El Laboratorio de Teledetección de la Universidad de Valladolid colabora desde hace tres años con la República Popular China en la detección de incendios forestales a través del proyecto Dragón 1 (2004-2007), en el que han participan 15 centros de investigación europeos que han aportado sus conocimientos científicos de la observación de la Tierra desde el espacio, y sus utilidades en la evaluación y en el análisis de catástrofes (inundaciones, incendios, deslizamientos de tierra), seguimiento de la capa de ozono o evolución de cubiertas forestales.

El director del Laboratorio de Teledetección, José Luis Casanova, junto a uno de los investigadores del centro, Abel Calle.
El director del Laboratorio de Teledetección, José Luis Casanova, junto a uno de los investigadores del centro, Abel Calle.

Durante estos tres años, el trabajo del Laboratorio de Teledetección se ha centrado en realizar un índice de riesgo de prevención de incendios, medir las características del fuego (relacionadas con su poder de destrucción medioambiental como la temperatura o la potencia), y posteriormente evaluar el área que ha ardido.

Para ello utilizan e interpretan los datos e imágenes que suministran varios satélites, pero sobre todo los procedentes del Envisat (ENVIronmental SATellite), el mayor satélite científico lanzado por la Agencia Espacial Europea (ESA) para observación de la Tierra, que, a través de múltiples sensores, es capaz de analizar desde los gases de efecto invernadero en la atmósfera, localizar corrientes oceánicas o controlar el agujero de ozono, entre otras funciones. De hecho, compartir el uso de este satélite ambiental es otro de los objetivos del proyecto Dragon, por lo que el resto de laboratorios europeos también realiza sus investigaciones a través de los datos que aporta.

En este segundo proyecto, según explica el director del centro, José Luis Casanova, se han ampliado los objetivos del estudio, de forma que, además de todo lo anterior, desde el laboratorio vallisoletano “se evaluará la cantidad de CO2 que emite el incendio y se examinará su severidad, es decir, cómo ha ardido, además del impacto mediomabiental que producen las emisiones”. También se ampliará el área de estudio a la zona sur de China, por lo que en total se cubrirá en torno a “un tercio del país”, una superficie en el que se concentra casi el 100% de la masa forestal, ya que muchas otras zonas son desiertas, precisa el investigador.

Procesamiento de imágenes

Las imágenes que el Envisat toma del país asiático llegan al Laboratorio a través de internet, mediante el empleo de un servidor de la ESA, sólo momentos después de haber sido captadas. Estas imágenes reflejan la radiancia emitida en diferentes partes del espectro electromagnético, lo que se traduce en que la imagen contenga diferentes colores. Mezclando esos datos y aplicando una serie de algoritmos es como se obtiene toda la información necesaria acerca del incendio, su temperatura, extensión, potencia, etc, precisa Abel Calle, investigador del centro. Una vez están listos, los resultados se introducen en la web del Laboratorio, desde donde pueden ser consultados por los responsables y co-investigadores chinos, de forma que “saben que hay un incendio porque nosotros se lo comunicamos”, apunta Casanova.

Esta colaboración científica a nivel internacional no se centra únicamente en China. El Laboratorio vallisoletano, que lleva funcionando más de 20 años, ha realizado trabajos para países como Marruecos, tanto en el campo de la detección de incendios forestales como en el de previsión de cosechas. Han hecho lo mismo con otros como Ucrania y Argelia a la vez que han colaborado con países de Suramérica, como Colombia, Uruguay, Argentina, Guatemala o Bolivia, impartiendo cursos para dar a conocer las técnicas que utilizan y que les han convertido en “punteros en el mundo” en el campo de la Teledetección, asegura el director del Laboratorio.

Imágenes procedentes de 9 satélites

A través de las antenas receptoras que tienen instaladas tanto en la azotea del edificio de I+D del campus Miguel Delibes, como en la Facultad de Ciencias, el Laboratorio de Teledetección de la Universidad de Valladolid es capaz de captar las imágenes suministradas por unos 9 satélites, tanto polares (giran de polo a polo a unos 800km de altura y observan la superficie de la Tierra) como geoestacionarios (meteorológicos fundamentalmente).

En el caso de los polares, son capaces de cubrir de una sola pasada desde las islas Canarias hasta Escandinavia en un recorrido que dura 12 minutos. La información de toda esta extensión, que abarca desde parte del Atlántico hasta más allá de Grecia, es captada por estas antenas y procesada e interpretada posteriormente. Su utilidad es diversa, aunque, entre otras, destaca su uso como fuente de información para Agroseguro (La Agrupación Española de los Seguros Agrarios Combinados) mediante técnicas aprobadas por el Ministerio de Agricultura que determinan parámetros como la evolución de la vegetación. De esta forma, la Teledetección actúa como criterio para determinar el pago de seguros en el sector agrícola y ganadero.

Fuente: DiCYT
Derechos: Creative Commons
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