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Carmen Nájera, directora del Departamento de Química Orgánica de la Universidad de Alicante

“El sistema no favorece que los jóvenes estudien Ciencias”

A punto de patentar un nuevo fármaco para la Hepatitis C, el Departamento de Química Orgánica es uno de los más activos de la UA. Al frente se encuentra la doctora Carmen Nájera quien comparte con RUVID su experiencia como mujer investigadora y opina sobre las consecuencias que pueden derivar de la falta de alumnado en las carreras de ciencias. Co-fundadora de la spin-off Medalchemy dedicada a la industria química y farmacéutica, defiende con firmeza, sin embargo, la necesidad de seguir desarrollando la química básica.

Carmen Nájera. Foto: RUVID.

Se graduó a principios de la década de 1970 en Zaragoza, ¿cómo fue ser una joven investigadora en esos años?

En los 70 todavía había pocas mujeres en general en la Universidad española pero es cierto que en la Facultad de Químicas de Zaragoza estudiaban bastantes mujeres, aunque muchas se casaban antes de terminar la carrera. En mi caso me gustaba la Química desde el Bachiller y estudié la carrera para ayudar en la empresa de pinturas de mi padre en La Rioja. Cuando terminé los estudios mi padre había vendido el negocio familiar pero yo seguía con la ilusión de ejercer mi profesión y decidí hacer la tesis en Zaragoza.

Se cruzó en mi camino el que ahora es mi marido que en ese momento terminaba la tesis en el mismo departamento y se iba a hacer una estancia posdoctoral en Alemania. Nos casamos y me fui con él pero me topé con grandes dificultades para trabajar en ese país. Como no tenía opción de hacer la tesis y me quedé embarazada, me dediqué a mi hija durante esos dos años y empecé la tesis a mi regreso a Oviedo. A partir de entonces, aunque no era fácil, pude promocionarme. Los años 80 fueron el “boom” de la universidad en España. Se crearon muchas plazas y universidades nuevas. En el 88 nos trasladamos a la entonces joven Universidad de Alicante porque había una cátedra disponible.

Se ha avanzado mucho pero la UA publicaba recientemente que sólo uno de cada cuatro grupos de investigación de la Universidad está liderado por una mujer.

La escasez de mujeres en puestos directivos afecta a mujeres de cualquier campo en todos los países. En España desde luego es una realidad y creo que uno de los motivos es la falta de apoyo estatal a la conciliación de la vida familiar y profesional. La mujer científica se ve aún más afectada porque la dedicación es superior que en otros trabajos, e implica tareas administrativas y de dirección, además de los desplazamientos a conferencias y congresos. Normalmente si el marido no está involucrado o no conoce el campo, es imposible desarrollar una carrera como ésta que requiere tanta dedicación. En ese sentido, yo he contado con el apoyo y la ayuda de mi pareja. También es cierto que mis hijos ya se han independizado y eso me ha permitido dedicar más tiempo a mi carrera.

Ud. viene de participar en dos congresos internacionales, será esencial ese contacto con investigadores de otras partes de mundo y estar al día de sus proyectos.

Es una de las partes más importantes de nuestra labor. El problema es que consume mucho tiempo entre la preparación y el viaje, pero no puedes negarte porque eres embajador de tu universidad pero también de tu país y tenemos que normalizar la situación, hay que conseguir que España tenga peso a nivel científico.

Recibo al año una docena de invitaciones para participar en congresos, generalmente de Química Orgánica. Pero más que invitarte a congresos, creo que es más relevante que citen tus trabajos porque significa que otros científicos se interesan por lo que haces. En general, el Departamento tiene buenas relaciones internacionales porque nos esforzamos para que profesores extranjeros revisen las tesis doctorales y también hemos organizado congresos internaciones. Eso permite que muchos investigadores conozcan nuestra universidad y se fomentan las colaboraciones.

En su opinión, ¿España va teniendo un mayor peso en el mundo científico?

Sí. No podemos compararnos con EEUU pero sí con algún país europeo aunque no con países como Francia, Inglaterra y Alemania que tienen mucha tradición. La ciencia necesita muchos años para implantarse y nosotros llevamos como quien dice 30 años y estamos todavía en desventaja.

Hemos vivido una época de crecimiento exponencial pero nos estamos estabilizando. Para poder equipararnos a los países europeos más avanzados aún hemos de crecer más pero, para eso, es necesario invertir en investigación y hacen falta más profesionales porque el porcentaje de investigadores es muy bajo. Esto último es debido a los cambios introducidos en el Bachiller. Las materias de ciencias se han visto reducidas y, si los estudiantes no conocen la ciencia o no se les enseña adecuadamente, obviamente no les va a gustar. Como cada vez menos alumnos optan por estas materias, se matriculan menos estudiantes en las carreras de Ciencias. Se calcula que el país necesitará 30.000 investigadores en los próximos 20 años pero, si seguimos con este nivel de alumnado, va a ser imposible.

¿Qué consecuencias puede tener esto en el futuro?

El sistema no favorece que los jóvenes estudien Ciencias y esto terminará por estrangular la investigación en este país, a no ser que traigamos gente de fuera como ha hecho históricamente EEUU que ahora se nutre fundamentalmente de chinos y rusos. Puede haber trasvase de investigadores europeos que decidan trabajar en España pero el problema de la falta de jóvenes científicos también lo tiene el resto de Europa así que, si no cambia la tendencia actual, en el futuro contrataremos a investigadores de países menos desarrollados.

De hecho, esto ya es una realidad. En el Departamento, estamos necesitados de estudiantes pero son pocos los titulados que deciden hacer la tesis y, de los 15 doctorandos que tenemos, 3 proceden de países no comunitarios. Además, tenemos abierto un proceso de contratación de 4 personas para trabajar en un proyecto Consolider y sólo llegan solicitudes de fuera de España.

¿A qué ámbitos de la investigación se dedica el Departamento que Ud. dirige?

Dentro de la síntesis orgánica, hacemos bastante química básica y algo de química aplicada. En cuanto a la primera, hacemos síntesis en general y esos procedimientos de síntesis que hemos puesto a punto en nuestros laboratorios, los aplicamos a alguna molécula que sea importante, por ejemplo, algún fármaco o algún producto que tenga interés desde el punto de vista industrial. Además de eso, fundamos la empresa “spin-off” Medalchemy que, entre otras funciones, prepara fármacos. Así que abarcamos muchas áreas pero, a la hora de hacer las tesis doctorales, seguimos manteniendo la química básica por más que los políticos nos exigen que tengamos más resultados prácticos. No nos debemos dejar arrastrar por las modas: si no avanza la ciencia básica, no hay resultados prácticos.

¿Qué líneas de investigación están desarrollando en este momento?

Trabajamos en métodos de síntesis que sean menos contaminantes empleando agua en lugar de disolventes orgánicos, también tenemos una línea que no usa disolventes en absoluto. Investigamos moléculas pequeñas que hacen el mismo papel que encimas pero que son más económicas y más sencillas de preparar. También trabajamos bastante en catálisis, en el desarrollo de nuevos catalizadores para hacer que los procesos transcurran más fácilmente. Recientemente hemos patentado la preparación de una antiviral de Hepatitis C, consecuencia de la investigación básica que hemos desarrollado. Hemos encontrado que el método para hacer esos antivirales es mucho más sencillo y rápido que el que utiliza la multinacional Glaxo. Estamos muy ilusionados con esto porque hay pocos fármacos en el mercado para esta enfermedad y los existentes conllevan muchos efectos secundarios. Esperamos que dicha empresa muestre interés en este proceso y quiera implantarlo en la síntesis de sus productos.

¿En qué sectores destacaría la reciente incorporación de químicos orgánicos?

Prácticamente todas las industrias químicas y farmacéuticas necesitan químicos orgánicos, desde el análisis de alimentos al desarrollo de células solares. Todos los nuevos materiales que se están desarrollando ahora son productos orgánicos, a nivel de polímeros y, sobre todo, de sistemas conductores porque las moléculas orgánicas son las más pequeñas y se aplican a ordenadores y demás sistemas electrónicos para disminuir el tamaño y el peso de los sistemas. En cuanto al sector farmacéutico, la novedad es que se está potenciando la colaboración entre químicos y biólogos. A la hora de diseñar los fármacos, los biólogos saben más acerca de la enfermedad o la “diana” que hay que tratar y mediante la cooperación se consiguen diseñar moléculas activas sin tener que hacer un sinfín de pruebas iniciales o “screenings”.

Fuente: RUVID
Derechos: Creative Commons
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