Una molécula ensayada en el Instituto de Neurociencias es capaz de disminuir el consumo de alcohol y la ansiedad en modelos animales. Actúa sobre el sistema endocannabinoide, clave para mantener la homeostasis cerebral, lo que permite recuperar el equilibrio de las señales cerebrales más relacionadas con el bienestar y la motivación.
El trabajo de dos centros del CSIC demuestra que estos contaminantes permanentes superan la barrera de las corrientes oceánicas a través de aerosoles marinos y se depositan en aguas antárticas en forma de lluvia o nieve.