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Conclusiones de la reunión informal de ministros de salud de la UE

Acuerdan reforzar las políticas de salud para garantizar la equidad

La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, ha presidido, junto con John Dalli, comisario de Sanidad y Consumo de la Unión Europea (UE), la reunión informal de ministros de salud de la UE que ha tenido lugar ayer y hoy en Madrid. La mayoría de los problemas de salud y de las causas de muerte prematura se relacionan con factores sociales. España es uno de los países europeos con mejores indicadores en salud.

Foto de familia de los ministros de salud de la UE. Foto: SINC.

Hacia la equidad en salud: monitorización de los determinantes sociales de la salud y reducción de las desigualdades en salud ha sido el lema de la reunión informal de ministros de salud de la UE que se inició ayer y que ha concluido hoy en Madrid. Además de con los ministros, la asamblea ha contado con John Dalli, comisario de Sanidad y Consumo de la UE, y con Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esta reunión ha tenido como objetivo avanzar en la reducción de las diferencias sociales en salud y asegurar el acceso a las prestaciones sanitarias de los distintos estratos sociales y grupos vulnerables en los países de la UE. La sesión también ha pretendido establecer políticas más equitativas en todos los ámbitos de gobierno, para mejorar la salud de la población mediante la modificación de los determinantes sociales.

A pesar de que la calidad de vida en los países de la UE es de las más elevadas del mundo, las principales causas de muerte prematura y la mayor parte de los problemas de salud están condicionadas por factores determinados socialmente, como la educación, la situación laboral, la exclusión social, etc.

Y es que aún existen desigualdades evitables que tienen consecuencias desfavorables en la salud, que se producen entre países y entre distintos grupos sociales. Por ejemplo, las personas en muchos de los nuevos estados incorporados a la UE viven menos que en los países occidentales, con una diferencia de ocho años en las mujeres y de 14 años en los hombres.

Por lo general, se registran peores resultados en salud en toda la población a medida que se desciende en la escala social. Existen, además, grupos de población especialmente vulnerables, como migrantes, minorías étnicas, personas con discapacidad y personas en situación de exclusión social.

Los ministros han concluido que se obtendrían mejores resultados si se destinaran más esfuerzos en la promoción de la salud y prevención de la enfermedad, teniendo en cuenta los determinantes sociales, en todas las políticas de los sectores del gobierno. “La falta de indicadores del impacto de las diferentes políticas sobre los determinantes sociales de la salud y sus efectos, así como de datos oportunos y comparables dentro de cada país y entre los países de la UE, constituye un obstáculo que hay que solventar”.

Garantizar la salud en niños y mujeres

Una de las principales líneas estratégicas para desarrollar el máximo potencial de salud es orientar las políticas relacionadas con la infancia y la maternidad hacia la equidad. Los expertos se han puesto de acuerdo en que las condiciones que rodean “los primeros años de vida son clave para afrontar la vida adulta con buena salud”. La salud infantil siguen un gradiente social: más enfermedad a menor nivel educativo y económico.

Para garantizar la equidad en salud desde la infancia, se ha pedido a los países de la UE la garantía de acceso a los servicios sanitarios de los niños y mujeres embarazadas sea cual sea su situación legal. Esto supone facilitar el acceso universal a la salud en todos los aspectos: promoción, prevención y atención en todos los países.

Aunque las tasas de mortalidad infantil (mortalidad en el primer año de vida) y perinatal (desde la semana 28 de gestación hasta los siete primeros días de vida) en la UE han descendido en los últimos años -un 53% y un 35% en los últimos 17 años, respectivamente-, aún existen diferencias significativas entre países.

Los datos europeos en 2007 reflejan una variación importante en la tasa de mortalidad infantil por países, desde las 3 muertes en los países con tasas más bajas, hasta los 7 fallecidos por 1.000 nacidos vivos en los de tasas más elevadas. España se encuentra entre los diez países con una menor tasa de mortalidad infantil, con sólo 3,5 fallecidos por 1.000 nacimientos.

En el caso de la tasa de mortalidad perinatal, las diferencias oscilan entre las 3,1 defunciones hasta 11 defunciones por 1.000 nacimientos. España se encuentra también por debajo de la media, con 4,5 muertes.

Otros temas a tratar

Los ministros de salud de la UE también han tratado otros aspectos en la reunión que ha finalizado hoy. Entre ellos, la situación actual de la gripe pandémica A/H1N1 cuando se cumple un año de la aparición del virus. Según los últimos datos de la OMS, más de 213 países han notificado casos confirmados de gripe pandémica, con unas 17.700 muertes (340 en España). En estos momentos, las áreas más activas son el sudeste asiático, el oeste de África y la zona tropical de América.

La comisión ha analizado también la agenda de trabajo de este semestre, como es el caso de la directiva de trasplantes de órganos, que está en su fase final y se prevé que pueda aprobarse durante la presidencia española de la UE. Asimismo, se han analizado los trabajos realizados hasta la fecha en la directiva para prevenir la falsificación de medicamentos y la directiva de farmacovigilancia.

Por último, se ha debatido en torno a la directiva sobre los derechos de los pacientes a la atención sanitaria transfronteriza y los trabajos de la presidencia española para trata de conciliar los diferentes puntos de vista de los estados para garantizar la calidad a los pacientes.

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LOS DATOS DE LA DESIGUALDAD

La OMS estima que el 50% de la diferencia de crecimiento entre países ricos y pobres se debe a la mala salud y la esperanza de vida más corta. El aumento de la esperanza de vida al nacer en un 10% podría aumentar el crecimiento económico del 0,35% al año.

En la UE, la carga económica anual estimada que suponen enfermedades fuertemente relacionadas con los determinantes sociales como son las enfermedades cardiovasculares y los trastornos psíquicos puede cifrarse en un 1 % y en un 3-4% del Producto Interior Bruto (PIB), respectivamente.

La mayoría del gasto sanitario total se destina a servicios curativos y rehabilitadores y al gasto farmacéutico. Sólo un 2,8% de media se dedica a proteger, promover la salud y prevenir la enfermedad en los países de la UE.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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