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Las pinturas de los siglos V a IX D.C que cubren las cuevas de la región afgana de Bamiyan y que se encontraron en 2001 con la destrucción de dos estatuas de buda por los talibanes, han despertado la curiosidad de diversos científicos. Los experimentos realizados en la Instalación Europea de Radiación de Sincrotrón (ESRF por sus siglas en inglés) han demostrado que se elaboraron a partir de aceites de óleo cientos de años antes de que esta técnica se “inventara” en Europa.
En numerosos libros de historia y arte europeos se indica que la pintura al óleo se inició en Europa en el siglo XV. No obstante, científicos del National Research Institute for Cultural Properties de Tokio (Japón), del Centro de Investigación y Restauración de Muesos Franceses - CNRS (Francia), del Getty Conservation Institute (EE UU) y del ESRF han identificado pinturas al óleo secas en algunas de las muestras que han estudiado procedentes de las cuevas de Bamiyan.
Pintados a mediados del siglo V D.C., los murales muestran escenas de budas envueltos en túnicas color bermellón, sentados con las piernas cruzadas entre hojas de palma y criaturas míticas. Los científicos han descubierto que 12 de las 50 cuevas se pintaron con la técnica del óleo, utilizando quizá aceites secados de nuez y de semilla de amapola, según se publica hoy en el Journal of Analytical Atomic Spectrometry.
Una combinación de técnicas de sincrotrón, como la microespectroscopía de infrarrojos, la microfluorescencia de rayos X, la espectroscopía de microabsorción de rayos X, o la microdifracción de rayos X, ha sido esencial para el resultado del trabajo. “Por un lado, las pinturas están dispuestas como una superposición de varias capas, que pueden ser muy delgadas. El haz micrométrico que genera una fuente de sincrotrón ha sido por tanto esencial para analizar por separado cada una de esas capas. Por otra parte, estas pinturas están elaboradas mediante pigmentos inorgánicos mezclados con aglutinantes orgánicos, por lo que necesitamos diferentes técnicas para obtener la imagen completa”, explica Marine Cotte, investigadora del CNRS y colaboradora científica de ESRF.
Composición de las pinturas
Los investigadores han identificado los ingredientes originales y los compuestos de alteración, por lo que los resultados muestran una elevada diversidad de pigmentos y de aglutinantes. Además de las capas de pintura al óleo, algunas de las capas se han realizado con resinas, proteínas y gomas naturales y, en algunos casos, con una capa resinosa de tipo barniz. Los materiales basados en proteínas indican el uso de cola de piel o huevo. En el interior de los diversos pigmentos, el equipo de científicos ha localizado un uso intenso de blancos de cerusa. Estos carbonatos de plomo se han usado con frecuencia, desde la antigüedad hasta la época contemporánea, no sólo en pinturas, sino también en cosméticos y maquillaje para aclarar la tez. “Este es el ejemplo primitivo de pinturas al óleo en el mundo más evidente. Los aceites desecados ya eran usados por los romanos y los egipcios, pero sólo como medicinas y cosméticos”, señala Yoko Taniguchi, líder del equipo.
Las pinturas son probablemente obra de artistas que recorrieron la Ruta de la Seda, la antigua ruta comercial entre China y Occidente, que atravesaba el desierto de Asia Central. No obstante, existen muy pocos estudios acerca de esta región. “Por razones políticas, las investigaciones sobre pinturas en Asia Central son escasas. Hemos tenido suerte de que la UNESCO nos diera la oportunidad, en el marco de un proyecto de conservación del Patrimonio de la Humanidad en Bamiyan, de estudiar estas muestras, y esperamos que otras investigaciones permitan un conocimiento más profundo de las técnicas de pintura futuras, a lo largo de la Ruta de la Seda y del área euroasiática”, afirma Taniguchi.