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Una expedición internacional ha conseguido localizar a 3.008 metros de profundidad, y en muy buen estado de conservación, los restos del navío con el que Ernest Shackleton trató de cruzar la Antártida a principios del siglo XX. Tras quedarse la embarcación atrapada en el hielo, su hundimiento propició una de las misiones de rescate más increíbles del siglo pasado.
Un equipo de exploración internacional ha localizado a 3.008 metros de profundidad, en el mar de Weddell (Antártida) el pecio del ‘Endurance’, el legendario barco del explorador Sir Ernest Shackleton (1874-1922). El navío se encuentra en un extraordinario estado de conservación.
El hallazgo se produjo “dentro del área que definió el equipo antes de zarpar, y a aproximadamente cuatro millas al sur de la posición registrada originalmente por el capitán Worsley”, según la expedición Endurance22, financiada por la organización Falklands Marine Heritage Trust, encargada del rescate. Los científicos zarparon de Cape Town (Sudáfrica) a bordo del rompehielos Agulhas II a principios de febrero.
Para culminar con éxito su misión, usaron robots submarinos de última generación, con los que han escaneado el lecho marino en busca de cualquier protuberancia inusual. Una vez localizado el pecio, cambiaron los sensores radar por cámaras de vídeo, con las que grabaron las espectaculares imágenes.
En virtud del Tratado Antártico, los restos están protegidos como monumento histórico, lo que garantiza que no se perturbarán de ningún modo mientras se lleve a cabo su estudio y filmación.
No obstante, es seguro que se llevarán a cabo —dentro del ámbito del Tratado— las actuaciones necesarias para elaborar “un plan que permita en el futuro tener acceso al pecio de forma controlada, y asegurando al máximo la preservación de los restos”, comenta el investigador del MNCN-CSIC Andrés Barbosa, que no está relacionado con la expedición.
“Estamos anonadados por la buena suerte que hemos tenido al localizar el Endurance. Es de lejos el pecio de madera mejor conservado que he visto nunca”, celebra Mensun Bound, director de Endurance22.
El bergantín Endurance atrapado en el hielo (1915). / Frank Hurley / Wikipedia.
El barco se encuentra apoyado en el lecho marino en posición vertical, e intacto: “Incluso se puede leer el arqueado ‘Endurance’ en la popa, justo debajo del coronamiento. Es un hito en la historia polar”, insiste Bound.
De la misma opinión es John Sears, otro de los líderes de la expedición: “hemos hecho historia en los polos con el descubrimiento del Endurance. Hemos completado con éxito una de las búsquedas submarinas más complejas del mundo”.
El descubrimiento “no solo servirá para salvaguardar la historia de la investigación polar, sino para animar a una nueva generación a inspirarse en el espíritu pionero, coraje y fortaleza de los que navegaron a la Antártida en el pasado”, subraya Bound.
La expedición de Ernerst Shackleton y el Endurance al polo sur en 1914 es quizá una de las más famosas de la exploración mundial. Tras intentar cruzar el continente antártico pasando por el Polo Sur, el buque quedó atrapado por placas de hielo en el Mar de Weddell sin llegar a tocar tierra. Los 28 tripulantes no tuvieron otra opción que abandonar el barco cuando el hielo empezó a aplastar el casco del buque.
La popa del barco, donde aún se lee perfectamente 'Endurance'. / FMHT/ National Geographic.
Después de pasar meses en campamentos improvisados en los témpanos de hielo bajo gélidas temperaturas, la tripulación usó los botes salvavidas para llegar a la inhóspita y deshabitada ‘Isla Elefante’, a 557 kilómetros de distancia de donde se hundió finalmente el Endurance.
Una vez allí, Shackleton y otras cinco personas se embarcaron en el bote salvavidas ‘James Caird’, y, tras una extraordinaria travesía de 1.300 km y 15 días por uno de los mares más peligrosos del mundo, llegaron a la isla ballenera de Georgia del Sur, donde consiguieron pedir ayuda y rescatar al resto de la tripulación. Desde que el Endurance se quedó atrapado, hasta que Shackleton volvió con ayuda, habían pasado 19 meses. Sorprendentemente, todos los miembros de la tripulación sobrevivieron.
Aunque la misión principal de Endurance22 ha sido encontrar los restos del pecio, también han llevado a cabo, bajo la dirección del investigador Lasse Rabenstein, una “importante investigación científica, en una parte del mundo que afecta directamente al clima y al medio ambiente mundial.”, destaca el líder de la expedición, John Sears.
Por último, un equipo de filmación ha estado grabando todo el proceso, que verá la luz en forma de documental en otoño de 2022.