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En su intervención en el Parlamento europeo, la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, ha anunciado que la Presidencia española de la Unión Europea (UE) promoverá las iniciativas en I+D que mejor responden a retos como las nuevas fuentes de energía, el cambio climático, la salud, el envejecimiento, y sobre todo la recuperación económica. Según la ministra, España reforzará también el papel de la ciencia y la innovación en la cohesión social y en la lucha contra la pobreza.
“España pondrá de manifiesto el papel que la ciencia puede jugar en nuestros retos más visibles, en nuestras preocupaciones diarias y en la recuperación y el crecimiento económico”, ha señalado Cristina Garmendia durante su intervención en la Comisión de Industria, Investigación y Energía (ITRE) del Parlamento europeo en Bruselas (Bélgica).
La ministra de Ciencia e Innovación ha explicado las grandes prioridades de su departamento durante la presidencia del Consejo de la Unión Europea el primer semestre de 2010 -que coincide con una nueva etapa de la Estrategia UE 2020-, dentro de los principios de innovación e igualdad que marcarán toda la acción del gobierno español en este periodo.
Según Garmendia, la nueva estrategia debe incorporar objetivos e indicadores construidos desde la perspectiva del Espacio Europeo de Investigación (ERA, por sus siglas en ingles). “Unos objetivos que deben ampliar la visión expresada en Lisboa, para incorporar, además de las inversiones en I+D+I, valoraciones relativas a los procesos y a los resultados de estas inversiones”, ha asegurado la ministra.
Tres ejes de actuación
El Ministerio de Ciencia e Innovación (MICINN) desarrollará durante la presidencia tres ejes fundamentales: integración, implicación e inclusión. La implicación responderá a los grandes retos de la sociedad y consistirá en que “los programas europeos de ciencia e innovación se impliquen de forma más inmediata y decidida” en la respuesta a los grandes retos como las nuevas fuentes de energía, el cambio climático, la salud o el envejecimiento y, en especial, a la recuperación y el crecimiento económico.
Por ello, la presidencia española impulsará desde el Consejo de Competitividad-Investigación iniciativas como las del coche verde, la construcción sostenible, las fábricas del futuro e internet del futuro. Promoverá además las reformas necesarias para simplificar los programas comunitarios y, en particular, el Programa Marco, “para que las cargas administrativas no supongan un freno para nuestros grupos de investigación y empresas”, ha subrayado Garmendia.
La integración consistirá en el impulso a la construcción del Espacio Europeo de Investigación y “situará las políticas de I+D y de innovación en el centro del proyecto europeo”. Para ello, el Espacio Europeo de Investigación deberá funcionar como un espacio único e integrado.
En cuanto a la inclusión, el objetivo es promover la ciencia contra la pobreza y la exclusión social. Según la ministra, este eje deberá conseguir “una ciencia comprometida y de mayor sensibilidad”. En esta área, la presidencia española apostará por una ciencia que incorpore la difusión universal del conocimiento científico con iniciativas específicamente dirigidas a los colectivos y países con más dificultades para acceder a este conocimiento. Asimismo, también trabajará por la transferencia de tecnología a las regiones del mundo más desfavorecidas, según el MICINN.
Garmendia ha defendido además que “el enfoque de género debe ser incorporado a la planificación y evaluación de las políticas científicas” para evitar situaciones como las que se producen en Europa, donde a pesar de que la mayoría de los universitarios y doctores europeos son mujeres, éstas sólo ocupan el 18% de los puestos de alta responsabilidad. Con estos objetivos el MICINN organizará la Conferencia internacional Ciencia contra la pobreza que se celebrará el 8 y 9 de abril en La Granja (Segovia).
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La nueva institución fomentará y coordinará el uso de la evidencia empírica y el conocimiento científico para mejorar la toma de decisiones y el diseño de políticas públicas, según el jefe del Ejecutivo.
Los finalistas de este año están encabezados por un tipo de medicamentos inyectables prometedores para los problemas de salud asociados a la obesidad. Además, también aparecen en el ranking, el desarrollo de terapias con anticuerpos que pueden ralentizar la neurodegeneración en los enfermos de alzhéimer o el descubrimiento de fuentes naturales de hidrógeno bajo la superficie de la Tierra.
