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Científicos estadounidenses han creado un mapa de las zonas de mayor riesgo para la población autóctona de salamandras en EE UU, Canadá y México ante la amenaza de un hongo tóxico introducido junto a los ejemplares importados de Asia. Para evitar que se produzcan extinciones similares a las ya ocurridas en Holanda y Bélgica, los investigadores piden que se prohíba el comercio de estos animales hasta que se desarrolle un plan de acción y prevención.
Un nuevo estudio publicado en la revista Science alerta de que un hongo tóxico procedente de Asia podría acabar con la población autóctona de salamandras de EE UU, Canadá y México.
“Es una amenaza inminente, pero todavía tenemos posibilidades de evitar una gran catástrofe”, asegura a Sinc Vance Vredenburg, biólogo de la Universidad Estatal de San Francisco y autor principal del trabajo.
El hongo Batrachochytrium salmandrivorans –al que los científicos se refieren como Bsal– emite unas esporas que infectan a las salamandras y que son imposibles de controlar una vez que se ha producido el contagio.
Son originarios de Asia, donde las salamandras son ya inmunes a sus efectos. Sin embargo, el comercio de estos animales provocó que se extendiera a Europa, afectando a las poblaciones autóctonas.
“Las salamandras asiáticas son muy populares en Europa como mascotas, pero cuando se traen estas especies no nativas, también se está introduciendo el nuevo patógeno”, alerta Vredenburgh.
Un estudio publicado en 2013 aseguraba que Bsal era el principal responsable de la gran extinción de salamandras europeas de fuego en Holanda y Bélgica. Además, se ha extendido por otras zonas del continente, matando al 96% de los ejemplares a los que infectó.
Mapa de las principales áreas de riesgo
Aunque Bsal todavía no ha sido identificado en Norteamérica, los autores del estudio temen que se pueda producir un proceso similar. Según señalan, el 91% de las salamandras importadas pertenecen a las tres especies que son las principales portadoras del hongo.
Ante este posible fenómeno, “hemos creado un mapa en el que, a partir de estas tres especies, se identifican las principales áreas de riesgo de expansión de Bsal”, explica Vredenburgh.
Para ello, identificaron las zonas con un hábitat similar al de Asia donde las el hongo pudiera desarrollarse. Posteriormente, combinaron estos datos con la presencia de salamandras autóctonas amenazadas en cada región y la proximidad a los principales puertos de comercio de estos animales.
“Los puntos de mayor riesgo son el sur de los Apalaches, California y las zonas montañosas en torno a Ciudad de México“, señala el científico
Según se recoge en el estudio, en anteriores pruebas de laboratorio el hongo había provocado una mortalidad del 100% en algunas de las especies autóctonas de estas zonas.
Prohibición temporal
Para evitar la extinción, los autores del estudio piden al Servicio de Pesca y Fauna Silvestre de Estados Unidos que se prohíban las importaciones de salamandras hasta que se desarrolle un plan integral que permita detectar y prevenir la expansión de Bsal.
“Debido a que las salamadras son animales pequeños, nocturnos y que viven bajo tierra, muchas veces se olvida el importante rol ecológico que desempeñan”, señala Michelle Koo, biólogo de la Universidad de Berkley (San Francisco, EE UU) y coautora del estudio.
Su desaparición sería especialmente perjudicial para los bosques, pues “son un importante predador de insectos y aportan buena parte de la biomasa forestal”, añade la investigadora.
Referencia bibliográfica:
Yap, T. et al. "Averting a North American biodiversity crisis". Science 31 de Julio. Doi: 10.1126/science.aab1052