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El terremoto de magnitud 7,8 que sacudió Nepal el pasado 25 de abril se originó en la falla Main Himalayan Thrust, que también ha provocado otros grandes seísmos en el pasado y tiene el potencial de volverlo a hacer en el futuro. Así lo sugieren dos estudios de un equipo internacional de investigadores, que aconsejan seguir de cerca los movimientos de esta falla.
El 25 de abril de 2015 un potente terremoto de magnitud 7,8 hizo temblar el centro de Nepal, matando a más de 9.000 personas y arrasando pueblos enteros. Los científicos creen que una gran falla del Himalaya, la Main Himalayan Thrust (MHT), está detrás de este fenómeno geológico, que ya ha causado otros grandes desastres en la región en años anteriores.
Se trata de una falla inversa, donde dos capas de estratos se mueven uno sobre el otro como resultado de fuerzas de compresión en la corteza terrestre. El potencial de esta falla para deslizarse con terremotos de gran magnitud ya era conocido.
Ahora, un grupo de científicos liderados por el investigador Jean-Philippe Avouac de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha utilizado los datos sísmicos y de satélite para reconstruir la evolución de esta falla y del terremoto de Nepal o Gorkha (nombre que también recibe por el distrito nepalí donde más afectó) durante 2015.
Los resultados del estudio, que se publican en la revista Nature Geoscience, revelan que el devastador seísmo activó el movimiento del borde inferior de una zona que estaba bloqueada en la falla MHT, pero solo liberó su presión en una de sus partes. En concreto, los datos señalan que el seísmo se inició al noroeste de Katmandú y se propagó cerca de 140 kilómetros hacia el este por debajo de la ciudad, aunque no llegó a alcanzar la superficie.
Sin embargo, las partes más al oeste de la falla no se rompieron y quedaron bloqueadas. A esto se suma que el terremoto pudo haber transferido más tensión en ese sentido y en zonas superficiales de la corteza, lo que puede facilitar la futura ruptura de esas regiones. La investigación sugiere, por tanto, que la zona occidental de esta falla “se debe monitorizar estrechamente, ya que tiene el potencial para desencadenar otro gran terremoto en el futuro”.
Ayuda del GPS y radar
Esta semana también se publica en la revista Science otro estudio donde Avouac, junto a otros colegas del instituto Caltech de EE UU y varios centros internacionales, muestran la utilidad de los sistemas GPS y radar para medir, de forma continua y en distancias cortas, los desplazamientos de fallas como MHT.
“Los datos brindan a la comunidad científica una perspectiva única sobre los megaterremotos que se producen cuando dos placas tectónicas convergen y una de las mismas es empujada debajo de la otra, y pueden ayudar a los equipos de evaluación de riesgos a mejorar los modelos de riesgo de terremotos”, señalan los autores.
Gracias a esta tecnología se ha comprobado que el terremoto de Nepal se desencadenó por un pulso de ruptura de apenas 6 segundos, una mínima fracción del total de 70 segundos que duró el seísmo. Las mediciones también revelan un desplazamiento de 20 km de ancho, con una velocidad de ruptura extremadamente rápida de aproximadamente 3,2 kilómetros por segundo.
Referencia bibliográfica:
Jean-Philippe Avouac et al. “Lower edge of locked Main Himalayan Thrust unzipped by the 2015 Gorkha earthquake”. Nature Geosience, 7 de Agosto de 2015.
John Galetzka et al. "Slip pulse and resonance of Kathmandu basin during the 2015 Mw 7.8 Gorkha earthquake, Nepal imaged with geodesy”. Science, 7 de Agosto de 2015.