Investigadores del Centro Euromediterráneo para el Cambio Climático han identificado un fenómeno que incrementa la vulnerabilidad de las regiones mediterráneas a grandes inundaciones. Lo han denominado ‘efecto cul-de-sac’ y determina que las montañas intensifican las riadas a medida que el cambio climático se acelera.
Un nuevo estudio ha descrito cómo las formaciones montañosas actúan como barreras que atrapan la humedad proveniente del mar Adriático, lo que crea condiciones propicias para lluvias intensas y prolongadas.
Este efecto, que han denominado 'cul-de-sac' (callejón sin salida), se manifiesta cuando un ciclón estacionario se posiciona sobre una región montañosa y canaliza el aire húmedo hacia el área afectada. La topografía de montaña impide que la humedad se disipe, lo que resulta en precipitaciones continuas que pueden durar varios días.
“Cuando los flujos de agua integrados verticalmente —por ejemplo, impulsados por vientos del sureste inducidos por un ciclón estacionario sobre el centro de Italia— encuentran cadenas montañosas y persisten durante un período prolongado, la convergencia resultante de los flujos de agua alimenta continuamente la columna de aire, suministrando humedad para eventos de precipitación de larga duración”, dice a SINC Enrico Scoccimarro, investigador del Centro Euromediterráneo para el Cambio Climático (CMCC) y autor principal del trabajo que publica la revista Scientific Reports.

Los ciclones estacionarios sobre la cuenca occidental del Mediterráneo pueden determinar, a través de su circulación ciclónica, la convergencia de humedad sobre Valencia

El análisis de las inundaciones que afectaron a la región italiana de Emilia-Romaña en mayo de 2023 ha sido clave para comprender este fenómeno. Las lluvias persistentes, junto con la configuración geográfica del terreno, desencadenaron una emergencia que provocó al menos 17 víctimas mortales y daños valorados en 8 500 millones de euros
Estos hechos, junto con deslizamientos de tierra e inundaciones resultantes, desplazaron a decenas de miles de residentes, dejando una profunda huella en la economía y las comunidades locales.
Otras regiones potencialmente propensas a este efecto incluyen Occitania y Provenza (Francia), así como Valencia y Cataluña (España), especialmente cuando los ciclones permanecen sobre la cuenca occidental del Mediterráneo.
“Los ciclones estacionarios sobre la cuenca occidental del Mediterráneo pueden determinar, a través de su circulación ciclónica, la convergencia de humedad sobre Valencia debido al bloqueo inducido por las montañas que rodean la ciudad. Este efecto puede intensificar la precipitación en la región, incluso si el evento de lluvia no está directamente conectado con el propio ciclón”, indica Scoccimarro.
El análisis de los datos históricos sugiere que las condiciones que favorecen estos episodios prolongados de lluvias extremas han ido en aumento durante los últimos 40 años. Según los autores des estudio del CMCC, este tipo de eventos, que anteriormente se consideraban extremadamente raros, podrían volverse más frecuentes debido al cambio climático.
La inundación extrema en esta región no fue el resultado de un único episodio de precipitación intensa, sino de una acumulación prolongada de lluvia durante varios días.
“Una mayor probabilidad de precipitaciones prolongadas sobre determinadas zonas exige mejorar las estrategias locales de gestión del agua. El enfoque más sencillo podría ser devolver espacio a los ríos, como ocurría en el pasado, al planificar la infraestructura urbana”, apunta el científico.

Una mayor probabilidad de precipitaciones prolongadas sobre determinadas zonas exige mejorar las estrategias locales de gestión del agua

En algunas ciudades de Emilia-Romaña, como Forlì y Faenza, se han construido viviendas sobre antiguos cauces fluviales y se han añadido nuevos diques artificiales. “Esto tiene un doble efecto: aumenta el riesgo para las comunidades que viven cerca de los márgenes y canaliza las aguas de crecida río abajo, ampliando potencialmente las áreas afectadas por las inundaciones”, continúa Scoccimarro.
El experto señala también que la creación de Sistemas de Alerta Temprana, adaptados a este tipo de eventos en distintos horizontes temporales (desde meteorológicos hasta estacionales), podría avisar a los municipios locales para prepararse ante inundaciones.
El estudio también introduce una nueva métrica, ‘la persistencia de densidad ciclónica’, que podría contribuir al desarrollo de estos sistemas de alerta de forma más eficaz. Consiste en rastrear la presencia y persistencia de este tipo de ciclones para mejorar las predicciones de eventos de precipitación extrema, no solo en el corto plazo, sino también en proyecciones estacionales.

Nuestro objetivo es evaluar la capacidad de nuestros modelos numéricos y herramientas basadas en inteligencia artificial para predecir las condiciones a gran escala

“Nuestro objetivo es evaluar la capacidad de nuestros modelos numéricos y herramientas basadas en inteligencia artificial para predecir las condiciones a gran escala que conducen a eventos de precipitación extrema. Buscamos ir más allá de las limitaciones actuales de los modelos numéricos de última generación, para lograr una mayor habilidad en la predicción directa de precipitaciones extremas y ayudar a las comunidades a prepararse”, concluye.
Referencia:
Enrico Scoccimarro et al. “A cul-de-sac effect makes Emilia-Romagna more prone to floods in a changing climate”. Scientific Reports.