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El arqueólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana Joseba Rios-Garaizar publica en la revista Quaternary International un trabajo sobre la complejidad de las actividades productivas de los grupos neandertales a finales del Paleolítico Medio.
Joseba Rios-Garaizar, arqueólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), junto a los arqueólogos de la Universidad de Valencia Aleix Eixea y Valentín Villaverde, acaba de publicar en la revista Quaternary International un artículo sobre cómo los neandertales de la península ibérica a finales del Paleolítico Medio fabricaban y usaban, de manera cotidiana, herramientas de piedra de pequeño tamaño para realizar trabajos de precisión.
Según este artículo, hace unos 40.000 años, los neandertales peninsulares llevaban a cabo actividades productivas complejas que les exigían fabricar pequeños utensilios de piedra gracias a los cuales lograban la precisión necesaria, lo cual sería a su vez indicativo de una cierta complejidad en la organización de estas sociedades.
Los resultados obtenidos acerca de los modos de aprovisionamiento de materia prima, de fabricación y de uso del utillaje de piedra la cueva guipuzcoana de Amalda, el yacimiento vizcaíno de Axlor, y el Abrigo de la Quebrada en Valencia han permitido comprobar que existen distintos sistemas de fabricación de útiles destinados a la producción de utillaje de pequeño tamaño.
En algunos yacimientos como Amalda, la producción de lascas de sílex inferiores a 2 cm es sistemática y se realiza generalmente a partir de lascas de sílex de mayor tamaño que son importadas al yacimiento. En otros yacimientos como en el Abrigo de la Quebrada, este tipo de herramientas se obtenía a partir de nódulos de pequeño tamaño.
“Lo que resulta más interesante en estos conjuntos es que la producción de lascas pequeñas se combina con la fabricación o la importación de lascas y útiles de piedra de mayor tamaño, que se destinaban a las tareas más pesadas”, explica Ríos-Garaizar. “Además en ninguno de los casos analizados puede interpretarse la producción de estas pequeñas lascas como una solución oportunista ante la falta de materia prima”, añade.
Organización compleja
El análisis de las huellas de utilización conservadas en los filos de estas lascas ha permitido observar que se utilizaron en el descuartizado de animales, probablemente en tareas de desarticulación o separación de tendones, así como en otras tareas como el trabajo de madera.
Estas evidencias permiten constatar que las actividades productivas realizadas por estas sociedades neandertales incluían distintas fases de trabajo bien diferenciadas, unas que incluyen las actividades más pesadas y otras, las de mayor precisión, en las que se usaban distintos tipos de herramientas. “Esto sugiere que en el seno de estos grupos existía ya una organización compleja de las actividades productivas”, señala Ríos-Garaizar.
Referencia bibligráfica:
“Ramification of lithic production and the search of small tools in Iberian Peninsula Middle Paleolithic” fue presentado en la reunión científica celebrada en la Universidad de Tel Aviv (Israel), bajo el título “The Origins of Recycling: a Paleolithic Perspective”.