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Valentín Fuster anima a los jóvenes a investigar cómo fortalecer los mecanismos de defensa del organismo

El futuro de la investigación de la enfermedad cardiovascular está en una apuesta por la I+D, en el trabajo en equipo y en la motivación de los jóvenes con talento, a los que hay que animar a investigar especialmente la forma de fortalecer los propios mecanismos de defensa del organismo. Así lo ha indicado el cardiólogo Valentín Fuster durante la conferencia Reto del siglo XXI: Investigación para la promoción de la salud, organizada en el marco de los cursos de verano de El Escorial de la Universidad Complutense de Madrid.

Valentín Fuster. Foto: SINC.

El cardiologo considera que habría que descubrir los científicos con talento lo antes posible, y ha puesto como ejemplo el programa destinado a estudiantes de 15 a 16 años del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), que tiene como objetivo poner a los jóvenes en contacto con la investigación biomédica y fomentar su interés por ella. Fuster, que participa en el programa, ha indicado que durante las semanas de formación insiste a los estudiantes lo mismo que le explica a la sociedad: "El futuro está más en promover la salud que en los tratamientos”, y los investigadores, por ejemplo, "puede promover la salud de las arterias consiguiendo fortalecer los mecanismos de defensa".

Para poder explicar las líneas de investigación actuales el cardiólogo ha recordado que la enfermedad cardiovascular está relacionada con la falta de sangre en el corazón (infarto de miocardio) y en el cerebro (infarto cerebral), debido a la oclusión de las arterias. En el caso del corazón esto se produce porque el colesterol -que es una sustancia muy débil-, puede romperse produciendo una úlcera que, a su vez, hace coagularse a la sangre e impide la llegada de oxígeno al músculo cardiaco, y muere. En el infarto cerebral pueden intervenir otros factores.

Reducir el colesterol

Fuster ha recordado los tres mecanismos que utiliza el organismo para eliminar o impedir que entre el colesterol son las células progenitoras que se generan en la médula ósea -cubren la zona dañada “defendiendo” a la arteria para que no entre el colesterol-, unos pequeños vasos que sacan esta sustancia hacia fuera, y el HDL o colesterol “bueno”, que también ayuda a eliminarlo. Estimular las células progenitoras, bajar el colesterol en sangre con estatinas para que los pequeños vasos “trabajen” mejor y aumentar el HDL son las tres formas de fortalecer los mecanismos de defensa, explica Fuster.

Desde un punto de vista clínico el cardiólogo ha recordado que sólo 30 de cada 100 personas que han sufrido un infarto al cabo de un año siguen tomando los tres medicamentos necesarios (estatina, aspirina e inhibidor de la ECA), y ha anunciado que en un año aproximadamente estará disponible una polipíldora, que están desarrollando en Madrid, que incluye los tres fármacos. Además este tratamiento tendrá un coste de 1 dólar al mes (en lugar de los 2 dólares al día que vale ahora), por lo que se podrá distribuir a los países con menos recursos.

Tanto en Madrid, como en Nueva York –donde Fuster es médico en activo del Hospital Mount Sinai- también se están desarrollando tecnologías de imagen avanzadas para, sin necesidad de inyectar ninguna sustancia, ver las arterias por dentro. Estas nuevas metodologías ayudarán en lo que el cardiólogo considera la tarea más fascinante: detectar la enfermedad cardiovascular antes de que se produzca ninguna crisis, para lo que los investigadores ya están realizando diversos estudios a nivel mundial tanto en niños como en adultos.

Siete factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares

En cualquier caso, “hay que hacer hincapié en los siete factores de riesgo fundamentales”, señala a SINC Fuster, “y las autoridades sanitarias españolas que trabajan en ello lo están haciendo bastante bien, y he visto un gran cambio en los últimos 5 ó 10 años, pero lo que es importante es que la población también lo entienda”.

El primer factor que hay que controlar es la presión arterial, “aunque la mayoría de la gente no se la mira”, advierte Fuster, quien ha mencionado un estudio reciente que señala que en alrededor del 50% de los “accidentes” cardiovasculares y de los infartos de miocardio hay una componente de presión arterial alta. El cardiólogo ha bromeado diciendo que debería haber una ley “que prohíba, por ejemplo, sacar dinero del banco si no te has mirado antes tu presión arterial”.

Los otros seis factores son los niveles de grasa (el perímetro del abdomen debe ser inferior a 80 centímetros en la mujer y 100 cm en el hombre, si no sería sobrepeso), el colesterol en sangre, los niveles de azúcar, el tabaquismo (¿fuma o no fuma?), el ejercicio (¿hace usted ejercicio físico 30 minutos al día, 4 días en semana?), y la edad (mayor riesgo si es superior a 55 años en los hombres o 60 en las mujeres).

Fuster ha indicado que si no se padece ninguno de estos factores de riesgo la posibilidad de padecer un infarto cerebral o de corazón en cuestión de 10 años es del 1%, pero si se cumplen 2 ó 3 factores la probabilidad aumenta hasta el 25%, “y es una cuestión personal” el cómo afrontar estos datos.

Tres consejos para la salud cardiovascular

El experto es partidario de simplificar la prevención, y da tres consejos simples: “1º: Si tiene mucho peso, coma menos, olvidándose del tema de las calorías; 2º: Si su colesterol es alto ya sabe lo que no hay que comer, aunque no se frustre porque el 75% del colesterol en sangre tiene un origen genético –pero existen fármacos como las estatinas para reducirlo-; y 3º: coma bien, “de color”, es decir, alimentos como frutas y las verduras”.

Cuatro consejos para la salud mental

Para el cardiólogo, la salud mental, “en una sociedad tan estresante y competitiva como la actual”, es otro de los temas que el cardiólogo considera que no hay que olvidar. Para ello aconseja seguir “las 4 T”: Tiempo para reflexionar (“pensar con calma durante 10 ó 15 minutos para diferenciar lo prioritario de lo secundario”), talento a descubrir (“buscar para lo que realmente sirve cada uno, y no intentar conseguir objetivos inalcanzables que aumentan las neurosis”), trasmitir actitudes positivas (“dar más que recibir forma parte de la felicidad”), y tutelar a la gente joven (“entendiendo como tal a cualquier persona, porque todos somos unos inmaduros y necesitamos gente que nos ayude”).

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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