El candidato a vacuna HTI, de AELIX Therapeutics, consigue en un ensayo clínico que un 40 % de los participantes que han recibido el fármaco controle mejor el virus cuando se les retira temporalmente el tratamiento antirretroviral. En cambio, solo un 8 % de los que han recibido placebo lo consigue.
Estudios recientes muestran que la variante B.1.351 es capaz de resistir incluso el plasma de pacientes convalecientes y el suero de personas vacunadas. Otros trabajos en condiciones de laboratorio nos recuerdan que nuestro sistema de defensa es complejo y no se queda de brazos cruzados mientras el SARS-CoV-2 muta.
Se están mezclando cifras y conceptos que pueden confundir, pero el resumen es en realidad sencillo: vacunémonos cuanto antes con cualquiera de las vacunas aprobadas, porque las tres son seguras y eficaces. La experiencia acumulada tras más de 200 millones de dosis en el mundo es muy positiva.
El organismo europeo encargado de la aprobación de fármacos ha iniciado una ‘revisión continua’ de Sputnik V, la vacuna contra la covid-19 desarrollada por el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Rusia, ante los resultados de laboratorio y de los estudios clínicos efectuados.
La vacunación en España es voluntaria, aunque existen algunas situaciones excepcionales en las que se podría imponer de forma forzosa. Amós José García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, explica por qué es mejor no obligar a la sociedad a inmunizarse.
Olga Ramírez Balza, del Grupo de Patología Infecciosa de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, responde a todas nuestras dudas sobre la vacunación contra el SARS-Cov-2 en diferentes colectivos vulnerables como mujeres gestantes o que buscan un embarazo, madres lactantes y niños.
El investigador español destaca los resultados de este principio activo contra el SARS-CoV-2 en células y ratones, aunque recalca que aún no se sabe con seguridad si funciona. Mientras, PharmaMar, la empresa española que fabrica este medicamento, anuncia negociaciones para empezar sus ensayos clínicos en fase III.
Los nuevos datos del ensayo de Oxford-AstraZeneca han revelado resultados inesperados. La primera dosis mantiene su eficacia hasta al menos 90 días, incluso es recomendable retrasar hasta entonces la segunda inyección para optimizar la respuesta. Además de los síntomas, la vacuna redujo el número de casos positivos, lo que sugiere que podría ayudar a frenar la transmisión.