Un equipo del MIT ha detectado un pequeño planeta rocoso que pierde masa al ritmo de una montaña Everest cada 30 horas. Su cercanía extrema a su estrella lo hace hervir y evaporarse, formando una cola de minerales de 9 millones de kilómetros.
La científica ha sido galardonada en la XVII edición de los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cambio Climático y Ciencias del Medio Ambiente por demostrar de forma pionera que el aumento de las temperaturas en todo el globo afecta a las migraciones de especies tanto marinas como terrestres.