Vista panorámica de Santiago de Chile con altos niveles de contaminación. / ©EFE/Alberto Valdés
Un equipo científico de Reino Unido ha detectado por primera vez vapor de agua en la atmósfera de una supertierra con temperaturas aptas para la vida. El planeta K2-18b tiene ocho veces más la masa de la Tierra y se encuentra a 110 años luz de distancia.
Un equipo de ingenieros ha diseñado un sistema capaz de generar electricidad y agua limpia simultáneamente mediante la luz solar. La nueva tecnología podría mitigar la escasez de energía y agua limpia en las regiones áridas y semiáridas de forma sostenible.
Investigadores de la universidades politécnicas de Madrid y Valencia han desarrollado un método para crear instalaciones de captación y reutilización de aguas en sistemas de drenaje urbanos. El nuevo enfoque contribuirá a mejorar la gestión del agua de lluvia en las ciudades y hacerlo de una forma más sostenible.
Investigadores de la Universidad del País Vasco han detectado y medido la presencia del antidepresivo amitriptilina, el antibiótico ciprofloxacin y el filtro solar oxibenzona en peces. Estos contaminantes producen efectos secundarios en el plasma, el cerebro y el hígado de estos animales.
El número de genes responsables de la resistencia a los antibióticos hallados en depuradoras de agua se corresponde con el número de bacterias resistentes en pacientes de la zona y con su consumo de antibióticos, según un estudio internacional con participación española. En el sur de Europa se ha observado más resistencia bacteriana que en el norte.
Desde que en junio pasado alcanzó el asteroide Ryugu, la sonda japonesa Hayabusa 2 ha fotografiado y recogido datos sobre este objeto con forma de peonza. Las observaciones revelan que es una 'pila de escombros' de origen diverso, con minerales hidratados y rico en carbono, una información que puede ayudar a conocer mejor los ingredientes para la vida en el primitivo sistema solar.
Una nueva superficie desarrollada en China hace rotar a las gotas de agua cuando caen y rebotan sobre ella, impulsándolas a una velocidad superior a 7.300 revoluciones por minuto. El avance se podría aplicar en procesos de autolimpieza, anticongelantes y generación de hidroenergía.
Las moléculas de agua distorsionan la resistencia eléctrica del grafeno, pero un equipo de investigadores europeos ha descubierto que, cuando este material se integra con el metal de un circuito, la resistencia de contacto no se ve perjudicada por la humedad. El hallazgo ayudará a desarrollar nuevos sensores –interfaces entre la electrónica y el mundo real– con una significativa reducción de costes.