El cambio climático constituye un reto al que la comunidad científica sigue añadiendo evidencias cada día más contundentes y que ningún gobierno puede ignorar. Actuar a tiempo será crucial para aprovechar las oportunidades. Así se hará más probable que las industrias del futuro se acaben desarrollando en nuestro país y que podamos alcanzar el liderazgo en algunos de los sectores clave de esta nueva revolución industrial.
El cambio climático afectará a los microorganismos de los suelos, principalmente las cianobacterias, y producirá un reemplazo de las especies adaptadas a bajas temperaturas por aquellas mejor adaptadas a altas temperaturas. Según un nuevo estudio, liderado por biólogos de la Universidad Autónoma de Madrid, esto tendrá una repercusión impredecible en la fertilidad de los suelos y la erosión.
Bronquitis, neumonía, enfermedades circulatorias, cáncer, párkinson, alzhéimer, paludismo, malnutrición y partos prematuros están relacionados con el cambio climático. En España se acaban de publicar los efectos en la salud de las centrales térmicas de carbón, un combustible fósil que produce cambios en una atmósfera que nos asfixia, sobre todo en las grandes ciudades.
En el último siglo, las rachas de temperaturas altas se han hecho más largas y frecuentes en los océanos a consecuencia del cambio climático. Un equipo internacional de científicos, con participación del Centro Nacional de Supercomputación (BSC–CNS), ha cuantificado por primera vez la magnitud de este fenómeno, que diezma las especias acuáticas y altera sus ecosistemas.
El fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur, caracterizado por cambios de temperatura del océano Pacífico ecuatorial y por su influencia en el clima global, está relacionado con otros fenómenos análogos en las regiones tropicales de los océanos Atlántico e Índico. Una investigación internacional recoge por primera vez una visión unificada de interacciones entre las regiones tropicales de los tres océanos en diferentes escalas de tiempo para mejorar los sistemas climáticos de predicción.
Los cambios en el clima, los usos del suelo o el agua, entre otros factores, van a provocar la redistribución de los elefantes asiáticos. Un equipo internacional de científicos ha analizado 115 variables ambientales y 4.626 avistamientos de elefantes entre 1990 y 2017, y concluye que la especie se verá más presionada en las zonas del este y sureste de la India.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado una metodología para calcular la huella de carbono en las distintas etapas de la gestión de residuos municipales: recogida, transporte y tratamiento final. En el caso de Madrid, parece que los tratamientos aplicados se ajustan a los objetivos europeos.
Un equipo de paleontólogos españoles ha descubierto los fósiles de un lagarto sin patas que vivió en Murcia hace un millón de años. La nueva especie de reptil extinto se ha denominado Ophisaurus manchenioi en honor al paleontólogo Miguel Ángel Mancheño, primer director de las excavaciones del yacimiento murciano. El hallazgo confirma que el sureste de la península ibérica actuó como el último refugio ecológico de especies subtropicales de Europa occidental.
Los Pirineos son el límite térmico para muchas especies y se prevén cambios significativos con el aumento de la temperatura. Un equipo de científicos, que cuenta con la participación del Museo Nacional de Ciencias Naturales, ha estudiado cómo responde el clavel rastrero a los cambios de temperatura simulando el calentamiento durante tres años.
Dos investigadores estadounidenses han creado una aplicación web que ilustra cómo será el clima de 540 áreas urbanas norteamericanas en 2080. Para que las previsiones se entiendan con claridad, la plataforma relaciona el futuro clima de cada zona con el que tiene actualmente otra ciudad. Por ejemplo, las condiciones de Washington D.C. serán como las que predominan ahora en Arkansas o Misisipi.