La réplica de una canoa, construida con técnicas prehistóricas, ha confirmado que era posible cruzar el Kuroshio, una de las corrientes más fuertes del mundo, desde Taiwán hasta las islas del sur de Japón. Este hallazgo respalda la teoría de migraciones marítimas prehistóricas en el paleolítico.
Hasta ahora, se pensaba que las islas pequeñas y remotas de esta región no habían estado pobladas antes de la llegada de la agricultura. Un estudio publicado en Nature, que cuenta con participación española, documenta una travesía de más de 100 km en mar abierto, previa a esta transición tecnológica.
Un equipo liderado por el CSIC, el Museo delle Civiltà y la Università di Pisa data cinco embarcaciones neolíticas halladas en el yacimiento italiano de la Marmotta con una antigüedad comprendida entre 7.000 y 7.500 años. Las características de las canoas, las más antiguas de Europa de este periodo histórico, revelan una tecnología de navegación avanzada.