Químicos de la Universidad de Burgos han fabricado una lámina que cambia de color en presencia de aguas contaminadas con mercurio. El resultado se observa a simple vista, pero si se fotografía la membrana con el móvil, se puede cuantificar la concentración de este metal sumamente tóxico.
Cuando se graban hélices o ventiladores con la cámara de un móvil aparecen curiosas distorsiones debido a un efecto denominado rolling shutter. Ahora, investigadores del instituto RIKEN de Japón han comprobado que el fenómeno guarda relación con complejos ámbitos de la física como el efecto Hall y la teoría de la relatividad.
Las personas con problemas de visión pueden descargarse ya en sus dispositivos móviles de pantalla táctil la aplicación Loowi desarrollada para facilitar el uso del terminal gracias a un diseño de sencillos iconos de gran tamaño y contraste, además de un sistema de vibración y voz que guía al usuario. La aplicación ha sido desarrollada por ingenieros de la Universitat Jaume I, en colaboración con la empresa Raylight y el Instituto Tecnológico de Óptica, Color e Imagen.
Un sistema desarrollado por el grupo de Biometría, Bioseñales y Seguridad del Centro de Domótica Integral de la UPM permite verificar la identidad del usuario del móvil mediante su firma en el aire.
La competencia entre empresas de telefonía móvil desata la guerra de ofertas entre operadoras para captar nuevos clientes. Un estudio de la Universidad de Valencia (UV) constata que, aunque la mayoría de los antiguos usuarios se mantienen fieles, las operadoras deberían cuidarlos más para que no se sientan discriminados y se marchen a otra compañía.
Los datos de posicionamiento del teléfono móvil pueden utilizarse para rastrear los desplazamientos de la población cuando se producen catástrofes y brotes de epidemias. Así lo indica un estudio, publicado esta semana en la revista PLoS Medicine, que revela cómo se pueden obtener informes sobre la ubicación de las personas afectadas y que necesitan ayuda solo unas horas después de recibir los datos.
Científicos de la Universidad de Granada (UGR) han creado una aplicación informática que, instalada en el teléfono móvil, permite analizar la concentración de especies químicas tomando una simple fotografía a una tira reactiva sensora que también han diseñado. El estudio se publica en el último número de la revista Sensors and Actuators B (Chemical).
Desde que el martes la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmara que las radiaciones asociadas al uso del móvil podrían aumentar el riesgo de sufrir glioma –un tipo de cáncer cerebral–, las opiniones de los expertos fluyen entre la prudencia y la demanda de medidas de protección. Alarma social, torpeza de la OMS o toque de atención. La investigación sobre la amenaza real de estos teléfonos continúa.
La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado los campos de radiofrecuencia emitidos por los teléfonos móviles como “posiblemente cancerígenos”. Desde el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad solicitan “precaución” con esta información.
Una red de ontologías que incluye información local del usuario del teléfono posibilita su uso como la fuente más fiable de información contextual relativa a gustos, relaciones sociales, servicios y entorno. El modelo es un desarrollo de la Facultad de Informática de la Universidad Politécnica de Madrid.