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Por primera vez se ha descrito un mecanismo molecular implicado en la regulación del movimiento del colesterol dentro de la célula, un proceso esencial para el correcto funcionamiento celular. La comprensión de estos mecanismos también es muy importante para abordar enfermedades en las que la acumulación de colesterol y otros lípidos causa alteraciones fisiológicas graves en el hígado, el bazo y especialmente el sistema nervioso.
El paso de iones por la membrana celular está controlado por los canales iónicos, unos complejos proteicos que regulan procesos vitales, como el latido del corazón, además de ser la diana a la que se dirigen muchos fármacos. Ahora un estudio de la Universidad de Wisconsin, liderado por una investigadora española, presenta un novedoso modelo para explicar cómo se abren y cierran los poros de estos canales.
Científicos del centro gallego CiQUS han ideado una estrategia molecular para introducir péptidos sintéticos de forma controlada a través de la membrana celular. La técnica consiste en encapsular una parte del péptido para enmascarar el elevado número de cargas negativas que impiden su paso.
Un equipo del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona ha participado en el diseño del primer gran mapa de redes de interacción de los receptores acoplados a la proteína G, conocida como GPCR, en humanos. Se trata del mayor grupo de proteínas de membrana que controla funciones esenciales de las células.
En el torrente sanguíneo, cuando el VIH se acerca a una célula para infectarla, tiene que fusionar su membrana con la cubierta sana de esta para introducir su material genético y propagar la infección. Un equipo de investigadores en el que participa la Universidad Complutense de Madrid ha descubierto que alterar la estructura de esta membrana podría ser clave para bloquear el contagio, lo que abre la puerta al diseño de nuevas armas contra la expansión del virus.
La estructura del pelo del oso polar ha servido de inspiración a un equipo internacional de investigadores para diseñar una nueva membrana nanoestructurada. Este tipo de red nanofibrosa, patentada por científicos de la Universidad Complutense de Madrid, sirve para desalar aguas con alto contenido en sales.
Una investigación, publicada en la revista Cell, aporta evidencias directas sobre el papel fundamental que tienen ciertos nanodominios lipídicos en la activación y regulación de la señalización celular mediada por el receptor IFNGR, una de las proteínas de la membrana celular. El estudio ofrece también posibles dianas terapéuticas para el tratamiento de pacientes portadores de la mutación en dicho receptor.
Un trabajo realizado por científicos de España y EE UU ha desvelado cómo funcionan un tipo de proteínas celulares: las chaperonas, en concreto las Hsp70. Como si fueran máquinas nanométricas, las Hsp70 generan fuerza sobre otras proteínas, como la clatrina, a través de colisiones y estiramientos para romper uniones entre ellas o transportarlas a través de las membranas de distintos compartimentos celulares.
Un nuevo estudio abre la puerta al diseño de nuevas proteínas de membrana y a la búsqueda de fármacos con los que tratar procesos patológicos en los que participan receptores y transportadores de membrana. Una de las novedades del trabajo es que ha contado con una gran base de datos de proteínas de membrana, cuya estructura ha sido resuelta a nivel atómico.
Investigadores de la Universidad de Sevilla han desarrollado un método para analizar determinados compuestos en el agua mediante el uso de membranas y electricidad. En concreto, detectan parabenos, unas sustancias presentes en algunos cosméticos y fármacos con posible actividad estrogénica.