Una revisión de estudios sugiere que esta sustancia psicodélica podría tener efectos duraderos para tratar trastornos como el TOC y la dismorfia corporal. Los autores señalan que los prejuicios ante estas terapias dificultan la realización de ensayos clínicos.
Una investigadora estadounidense examina por primera vez los efectos de este psicodélico en la gastroenterología. Esto responde a las necesidades de un gran número de pacientes con síndrome de intestino irritable que no encuentran alivio mediante las terapias tradicionales.
Tras décadas de demonización y prohibiciones, estas sustancias alucinógenas están experimentando un renacimiento: cada vez son más los ensayos clínicos que exploran su potencial para tratar aflicciones mentales. Sin embargo, como advierte este autor, la medicina psicodélica tiene sus peligros: la charlatanería pseudocientífica y corporativa.
Este compuesto, que se encuentra en los hongos alucinógenos, altera la actividad cerebral humana durante semanas, según un nuevo artículo publicado en Nature. El hallazgo mejora la comprensión de los efectos de las sustancias psicodélicas y ayuda a desvelar su potencial terapéutico.