Un estudio internacional ha descubierto una nueva función de la proteína Galectina-1 en el núcleo de los fibroblastos, clave en la severidad de este tipo de cáncer. El hallazgo abre nuevas vías para diseñar terapias más eficaces.
Un equipo del Instituto de Salud Carlos III ha generado un nuevo enfoque para mejorar este tipo de estudios, que permite calibrar mejor las concentraciones y reducir la heterogeneidad de los tamaños de las muestras y la variabilidad entre lotes.
Un equipo de investigación de la Universidad de las Illes Balears y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados concluye que casi la mitad de los episodios de calor extremo marinos pueden atribuirse al cambio climático.
El sistema inmunitario debe ser capaz de atacar rápidamente a un invasor, como un virus, e ignorar estímulos inofensivos. Si esto no ocurre, pueden producirse alergias. Un estudio en ratones ha descubierto que un grupo de células controlan la tolerancia a alimentos.
Una investigación descubre restos del camachuelo picogrueso, perteneciente a los bosques árticos del norte de Europa, en dos cuevas del Mont-ral, en Tarragona. Este hallazgo aporta una evidencia paleoclimática directa sobre el clima frío que afectó al sur de Europa durante el Pleistoceno.
El hallazgo es importante porque la mayoría de las terapias actuales se centran en potenciar la inmunidad de linfocitos T ya existente, pero no en la generación de nuevas respuestas de memoria.
Una investigación española descubre que la anulación de la proteína FKBP51 detiene el párkinson y ayuda a mejorar la motricidad en modelos animales. Este hallazgo abre una vía al tratamiento de lo que es el segundo trastorno neurodegenerativo más común en humanos y que cada 11 de abril se conmemora en el Día Mundial del Párkinson.
La inhibición de una proteína clave en la señalización del crecimiento celular bloquea la progresión tumoral en el adenocarcinoma de pulmón. Este hallazgo podría combinarse con otras terapias oncológicas y mejorar su efectividad, según un nuevo estudio en ratones.
Un tratamiento puede transformar el abordaje de la miocardiopatía arritmogénica tipo 5 (ARVC5) mediante la introducción de una copia del gen TMEM43 en las células cardiacas, lo que aumenta la esperanza de vida en modelos animales. Este hallazgo abre puertas a la investigación para otros trastornos del corazón hereditarios que no tienen solución.
El riesgo relativo de mortalidad con las temperaturas más frías ha disminuido un 2 % anual desde 2003, mientras que en condiciones de calor extremo solo ha caído un 1 % anual.