Imagen infrarroja de tres colores de M51.
Coincidiendo con la celebración del 40 aniversario de la misión Apollo 11 la revista Nature ha comenzado a publicar en Twitter, una red social de internet basada en mensajes cortos, los detalles de aquella misión que permitió llevar por primera vez el hombre a la Luna.
Visión artística del disco protoplanetario en los primeros instantes de formación del sistema solar, bañado en los residuos de una estrella AGB cercana de seis masas solares. Así se explica la incorporación de los elementos radioactivos identificados en los meteoritos denominados condritas.
Imagen de M51, más conocida como la Galaxia Remolino. Localizada a 23 millones de años luz de distancia de la Tierra, esta magnífica espiral se observó utilizando el instrumento OSIRIS en el telescopio con un tiempo de exposición de dos minutos. Para llegar a la misma profundidad, un telescopio de un metro de diámetro necesitaría un tiempo de exposición de aproximadamente cuatro horas.
Ilustración en la que se representa la pérdida de calor en Io, provocada por las mareas de Júpiter.
Investigadores de la Universidad de Granada han realizado el análisis más completo a nivel mundial de la composición química y el estado evolutivo de las estrellas de carbono de tipo espectral R. La presencia de carbono es fundamental para el posible desarrollo de la vida en el Universo, por lo que explicar su origen en las estrellas tiene una enorme importancia.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha lanzado una campaña entre la ciudadanía para buscar nombre a la misión del astronauta Christer Fuglesang, que en agosto viajará a la Estación Espacial Internacional. Fuglesang realizará dos paseos espaciales, además de experimentos científicos y actividades de observación de la Tierra.
Recreación de la Tierra vista desde la Luna durante un eclipse.
Un estudio realizado por dos astrónomos del Observatorio de Calar Alto, en Almería, y del Observatorio de la Universidad de Munich (Alemania) anticipa que la nebulosa oscura Barnard 68 se transformará en una brillante estrella dentro de 200.000 años. Según los científicos esta nebulosa ya está colisionando con otra más pequeña, en un proceso que concluirá con el nacimiento estelar.