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Trasladar las emociones a sofisticados algoritmos que emulan la relación de los humanos con la música es el objetivo de la start-up Musimap que dirige Vincent Favrat. Su equipo, integrado por ingenieros, neurólogos, musicólogos y lingüistas, trabaja para que cada día recibamos sugerencias personalizadas en nuestras playlist. Están creando la tecnología musical cognitiva del futuro.
El suizo Vincent Favrat ha participado estos días en el Sonar+D de Barcelona, un evento que reúne cada año a tecnólogos, emprendedores, artistas, empresas e investigadores expertos en la transformación digital de las industrias culturales. Estudió dirección de cine en la Sorbona, así como Filosofía y Economía en Suiza. Durante su trayectoria ha financiado, a través de su compañía Just Temptation –líder en el terreno de las inversiones musicales en Europa–, más de 35 bandas sonoras en coproducciones cinematográficas europeas, proyectos musicales y compañías discográficas.
¿Cómo han cambiado las nuevas tecnologías el consumo de música?
La música es la primera industria creativa totalmente digitalizada. Por un lado, con 50 millones de canciones al alcance de una mano, la tecnología ha permitido un acceso sin precedentes a contenido musical, primero a través de la piratería y después con la transmisión de música que se ha impuesto en el consumo de la música actual. Sin embargo, esta interrupción tecnológica ha dañado la industria, que casi ha perdido la mitad de su tamaño.
¿Qué ha provocado esta caída en picado?
La transmisión de música todavía no es rentable y su modelo de negocio aún sigue siendo injusto para los artistas, sobre todo en el caso de YouTube y Soundcloud, que son dos de las mayores plataformas gratuitas. La promesa de digitalización solo se ha conseguido a medias, ya que los consumidores finales se enfrentan a un océano de opciones sin una brújula para encontrar música en función de su personalidad, mentalidad, gustos, emociones y contexto social. En otras palabras, los usuarios han perdido la certeza que tenían en el pasado, cuando la música estaba dentro de un mundo físico y se canalizaba a través de los medios de comunicación tradicionales. Para descubrir la música ibas a una la tienda local y de confianza. Hoy, todavía carecemos de las herramientas adecuadas para explorar todo el potencial de navegación que ofrece la música.
Ese es precisamente el objetivo de su empresa...
Los ingenieros de Musimap están desarrollando este tipo de poderosas herramientas para crear una experiencia musical enriquecida y altamente personalizada. Nuestro objetivo es llevar al mercado la última tecnología de asistencia digital musical a través de los socios de la industria correctos.
Todo el mundo habla de algoritmos en la era de la música digital, ¿cómo se crean para asemejarse a nuestros gustos y preferencias?
Hemos revolucionado las recomendaciones musicales gracias a un algoritmo humanizado. Nuestro objetivo no es sustituir a los humanos, sino fortalecerlos. Vamos más allá de la oposición clásica entre el ser humano y la máquina, la experiencia y el conocimiento humano colectivo es el centro de nuestro trabajo. Lo que hacemos es fusionar las aportaciones manuales con inteligencia artificial.
Visualización de las conexiones que establece Musimap en 3D / Musimap
¿Qué papel tienen ahí los musicólogos?
El equipo de musicólogos de Musimap ha identificado las canciones más influyentes dentro de un millón de temas de toda la historia de la música y, en el lapso de quince años, ha analizado este tipo de títulos manualmente mediante la aplicación de 55 parámetros ponderados, como estados de ánimo complejos, palabras clave contextuales y hechos especiales. Lo han hecho para cada unidad de música: pistas, géneros y etiquetas, con el fin de modelar la librería global como una red neuronal donde se tengan en cuenta las emociones, las influencias y las relaciones. Musimap ha convertido este conocimiento en un sistema informático que es sensible a la emoción, al contexto, que está semiautomatizado, se basa en el autoaprendizaje y es compatible con el internet de las cosas.
¿Cómo han combinado estos algoritmos con disciplinas tan dispares como la musicología, sociología, psicología y la lingüística?
Las raíces de la tecnología de Musimap se encuentran en un doctorado sobre metamorfosis musical de 1991, hemos desarrollado nuestra empresa siguiendo la visión perturbadora del musicólogo, sociólogo y musicoterapeuta belga Pierre Lebecque.
Pierre reunió y organizó en un sistema coherente la experiencia y las contribuciones de treinta colaboradores de la talla del neurólogo Daniel Levitin, el musicólogo Joseph Kerman, el lingüista Violaine Prince y el filósofo Jerrold Levinson, así como treinta expertos en música y artistas que lo ayudaron a refinar la tecnología, como Gilles Peterson de la compañía Worldwide, el músico electrónico Karl, el periodista Olivier Cachin, el músico de la banda The Weathermen, Jean Marc Lederman, y el director de orquesta Pierre Bartholomée. La idea clave es extraer las aportaciones de algunos de los mejores cerebros gracias a un proceso contributivo que se ha llevado a cabo durante quince años de investigación.
Es por eso que Musimap puede ofrecer una síntesis única entre la ciencia blanda y dura. Lejos de confiar únicamente en el análisis de la señal acústica y la recuperación de texto tradicional, la tecnología de Musimap se basa en un enfoque musicológico, lexicológico y sociopsicológico. Es una solución tecnológica totalmente integrada, un salto cualitativo de la inteligencia artificial aplicada a la música.
¿Qué tipo de servicios son los que más os demandan?
Ofrecemos inteligencia musical prescriptiva, sugerente e instructiva. Nuestras tecnologías cognitivas permiten, en tiempo real, hacer recomendaciones de entradas múltiples (a nivel de pistas, álbumes o artistas), búsqueda avanzada de música, perfiles musicológicos de escucha y herramientas de descubrimiento y navegación personalizada.
Actualmente estamos potenciando Qobuz, que todavía no está disponible en España, para crear plataformas de descubrimiento innovadoras y radios personalizadas para sus usuarios, que son verdaderos amantes de la música. También tenemos previsto trabajar con el buscador europeo Qwant, un motor de búsqueda para crear una solución de cartografía músical enciclopédica. Por último, colaboramos con la start-up francesa Sounderbox en la puesta en marcha de su solución para sus listados de música y de su radio interactiva.
¿Cómo cree que será el consumo de música en el futuro próximo?
Creo que los asistentes de inteligencia van a interactuar continuamente con grandes volúmenes de datos y sensores para detectar, capturar y reconocer todos los datos pertinentes en tiempo real y anticiparse a la intención de los usuarios con el fin de proporcionarles el contenido correcto en el momento adecuado. El aumento de este tipo de asistentes cognitivos beneficiará a cada individuo mediante la filtración de información relevante en un entorno cada vez más complejo. Imagine un mundo donde se pueda navegar por una biblioteca global y descubrir música de una manera transparente, donde las recomendaciones musicales estén de acuerdo con su personalidad, mentalidad, gustos, emociones, contexto social, estado de salud y ambiente. Este compañero inteligente siempre estaría disponible en la nube.
¿Y quién se encargará de la distribución tradicional de los discos?
Creo que los artistas y los consumidores necesitan un acercamiento tecnológico positivo para que vuelva a crecer el mercado de la música. La pregunta es si va a seguir habiendo empresas de distribución musical en el futuro, o si existirán medios sociales, radios digitales o asistentes cognitivos que tomarán la iniciativa, o se crearán conexiones directas de los consumidores con la música que están buscando.