Investigadores de Stanford, en EE UU, han demostrado que este virus común, que permanece de forma silenciosa en la gran mayoría de la población mundial, desencadena el lupus eritematoso sistémico al activar células inmunitarias que atacan los propios tejidos del cuerpo. Los autores han creado una empresa para desarrollar terapias y una posible vacuna preventiva contra el virus.
El mundo de hoy no es el futuro de coches voladores y robots sirvientes que se imaginaba en el siglo pasado, y la visión actual de lo que el progreso debe traernos ha cambiado. Lo que esperamos de la ciencia para las próximas décadas es que encuentren soluciones contra el cambio climático y otras amenazas que ponen en riesgo nuestra supervivencia y la del planeta.
Investigadores del País Vasco han creado proteínas sintéticas capaces de conducir iones y generar corriente eléctrica, algo inusual en sistemas biológicos. Según los autores, este avance abre nuevas posibilidades para desarrollar materiales sostenibles y biocompatibles aplicables en dispositivos médicos y tecnologías energéticas.
Esta doctora en Química ha desarrollado biosensores capaces de detectar en minutos biomarcadores asociados a cánceres como el de pulmón o el de ovario. Las aportaciones de Laura M. Lechuga han sido reconocidas con el Premio Fundación Lilly de Investigación Biomédica Preclínica 2025.
Dos estudios muestran cómo el chip Willow de Google puede ejecutar un algoritmo capaz de revertir la dispersión de la información en un sistema cuántico. El avance, llamado Quantum Echoes, podría facilitar las aplicaciones prácticas de la computación cuántica, como la determinación de estructuras moleculares.
La nueva herramienta de OpenAI incorpora funciones como memoria y personalización para adaptar las búsquedas a cada usuario. Por ahora solo está disponible en el sistema operativo macOS y en versiones de pago.
El nuevo sistema permite la implementación de algoritmos avanzados de Inteligencia Artificial en entornos hídricos para la predicción de estos microorganismos, que en determinadas condiciones ambientales producen metabolitos tóxicos para la salud.
Los organoides cerebrales, versiones funcionales y en miniatura de estructuras reales del cerebro humano, son una nueva tecnología en crecimiento con extensas aplicaciones en investigación y, quizá en el futuro, también en medicina regenerativa. Pero al simular un órgano pensante, plantean un debate más allá de la ciencia: ¿podrían llegar a ser conscientes?
Un equipo del centro guipuzcoano CIC biomaGUNE ha diseñado vasos sanguíneos impresos en 3D que se contraen con luz y simulan el pulso natural. Este modelo permite fabricar estos tejidos en una sola etapa sin necesidad de formarse capa por capa. Un avance que abre nuevas vías para crear órganos artificiales realistas y funcionales.
El nuevo test ha sido desarrollado por la empresa biotecnológica ADmit Therapeutics, una spin-off del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge. Es el primer análisis sanguíneo con capacidad pronóstica y supone un avance frente a los métodos actuales, que solo confirman la enfermedad cuando ya está presente.