Investigadores de Stanford, en EE UU, han demostrado que este virus común, que permanece de forma silenciosa en la gran mayoría de la población mundial, desencadena el lupus eritematoso sistémico al activar células inmunitarias que atacan los propios tejidos del cuerpo. Los autores han creado una empresa para desarrollar terapias y una posible vacuna preventiva contra el virus.
Un estudio internacional muestra que la decisión de no tener descendencia no es exclusiva de las naciones ricas y se asocia con el nivel de desarrollo humano.