El apagón del pasado mes de abril no estuvo causado por un ciberataque, pero puso de manifiesto la importancia de proteger de nuevas amenazas a los elementos más estructurales, desde redes eléctricas y de telecomunicaciones a hospitales o aeropuertos.
Fue la primera jefa de la Oficina de Ciberseguridad y Lucha contra la Desinformación del departamento de Seguridad Nacional de España cuando se creó en 2019. Ahora, habla de la importancia de la ciberseguridad tanto en la vida cotidiana como a escala nacional y europea.
Los ataques informáticos pueden poner en jaque la supervivencia de muchas empresas. La preparación ante estas amenazas no solo requiere tecnología, sino también una cultura organizativa orientada a la prevención y la recuperación. La iniciativa España Digital 2026 busca reducir la brecha de exposición al riesgo.
La rápida deserción que se está produciendo entre las organizaciones que han dirigido las amenazas de ciberseguridad más críticas a occidente en los últimos años deja en evidencia que estos grupos, como sucede también con los oligarcas, están más preocupados de su fortuna personal que de otra cosa. Ya no hay romance con Rusia, sino bitcoins.
Nuestras posibilidades de sufrir un ataque en internet están más relacionadas con nuestra confianza en la red que con las medidas de seguridad que tomamos. Así lo revela un estudio liderado por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid.
Investigadores norteamericanos y de IMDEA Networks, en Madrid, han analizado casi 6.000 aplicaciones móviles para niños y han comprobado que más de la mitad pueden estar violando la legislación de EE UU sobre protección de la privacidad infantil en internet, ya que comparten datos personales con terceros. Multitud de 'apps' y videojuegos disponibles en la tienda Google Play hacen un seguimiento potencialmente ilegal del uso que les dan los menores.
Científicos de la Universidad Carlos III de Madrid y el CSIC han presentado un forma de analizar la vulnerabilidad de los teléfonos móviles frente a ataques cibernéticos. En concreto, los centrados en la obtención de claves de cifrado a través de las emisiones electromagnéticas de este tipo de dispositivos.
Investigadores del Centro Universitario de la Defensa y de la Universidad de Valladolid han evaluado la seguridad contra el robo de identidad del DNI 3.0, un documento que permite realizar diversas gestiones de forma inalámbrica con dispositivos móviles. Según el estudio, si se incorpora un temporizador, los ciberatacantes tendrían prácticamente imposible conseguir la contraseña que se establece en la conexión inicial.
Un estudio ha analizado cómo influyen la percepción del riesgo y las actitudes de los usuarios en las posibilidades de que un software malicioso infecte un ordenador. El equipo investigador, en el que participa la Universidad Politécnica de Madrid, busca herramientas que analicen los perfiles psicológicos de los usuarios para reducir el número de infecciones por virus informáticos.